En materia normativa ha señalado la conveniencia de adaptar la normativa europea “que permite la flexibilización de los requerimientos sanitarios en atención a las necesidades específicas de cada modelo de negocio”, no implicando, ha indicado, pérdida de garantías para el consumidor sino adaptación de los requerimientos estructurales y burocráticos a la dimensión de los operadores.

   También ha planteado la importancia de combatir, por parte de las autoridades locales competentes, el intrusismo en los mercados de productores, entendiendo como tales, aquellos donde de forma estricta todos los vendedores son productores. En el caso de los llamados “mercadillos”, ha explicado Herrero, donde pueden coexistir tanto productores como otros vendedores ambulantes, la propuesta puede ir encaminada a diferenciar e identificar al productor local.

    En materia de logística, el Subdirector General ha expuesto algunas de las recomendaciones del estudio sobre canales cortos, como la necesidad de salvar el problema de la dispersión de productores y consumidores intentando concentrar la oferta y el consumo. También ha destacado la importancia de fomentar el establecimiento de redes de productores y de consumidores “que garanticen una producción comercializada suficiente para rentabilizar las operaciones logísticas”, y la sugerencia de impulsar el establecimiento de puntos de entrega en los núcleos urbanos con amplios horarios de apertura para facilitar al consumidor recoger sus pedidos.

Un mayor aprovechamiento de las redes sociales

    Herrero ha destacado igualmente las ventajas de trabajar la presencia en redes sociales “que constituyen una herramienta económica y no excesivamente complicada para los no expertos”, y de apostar por el desarrollo de sitios web o aplicaciones adaptadas a dispositivos móviles.

   En cuanto al etiquetado, ha incidido en la conveniencia de estudiar para cada situación y caso particular las distintas opciones y las fórmulas ya empleadas con éxito, “cuidando mucho que las soluciones implantadas no supongan nuevas barreras para los operadores y garantizando el derecho de información a los consumidores”.

    Herrero ha expuesto igualmente en la mesa redonda las principales líneas de la Estrategia “Más Alimento, Menos Desperdicio”, una iniciativa del Ministerio que se enmarca dentro las políticas de sostenibilidad promovidas por el Departamento. El Subdirector General ha explicado que tiene como finalidad fomentar la trasparencia, el diálogo y la coordinación entre los agentes de la cadena alimentaria y las Administraciones Públicas, y desarrollar de manera organizada, coordinada y estructurada, actuaciones comunes “que propicien un cambio real en las actitudes, procedimientos de trabajo y sistemas de gestión de todos los agentes de la cadena, que permita limitar las pérdidas y el desperdicio y reducir las presiones ambientales”.
 
    Se busca así, ha concluido Herrero, dar respuesta a la creciente preocupación de la sociedad civil, agentes económicos y otras instituciones públicas por reducir y prevenir las pérdidas y el desperdicio alimentario.

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