Ante esta situación, la organización advierte que si el Ministerio no culmina el actual procedimiento con celeridad pondría en serio peligro el inicio del cómputo de la asignación previsto para el próximo 1 de enero de 2014.

    “Retrasar la puesta en marcha de la asignación tendría consecuencias muy graves para el sector, ya que ocasionaría perjuicios económicos adicionales a las empresas, lo que mermaría aún más la viabilidad de muchas de las plantas que han podido resistir hasta ahora”, afirma Óscar García.

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