MARM.-Los asistentes han destacado que las áreas rurales activas son, además de un fin en si mismas, una oportunidad para el desarrollo equilibrado del conjunto de la sociedad
Jesús Casas ha apuntado que, para que la sociedad reconozca la labor de los agricultores en la preservación de los bienes públicos, es necesaria una intervención pública de la que la Unión Europea no puede quedarse al margen
El director general de Desarrollo Sostenible del Medio Rural del MARM, Jesús Casas, ha participado en la ciudad polaca de Puszcza Knyszynska en la Conferencia informal de directores general de Desarrollo Rural de la Unión Europea, que se ha celebrado entre los días 27 y 28 de septiembre para debatir a cerca del futuro de la política de desarrollo rural y sobre los denominados bienes públicos.
Los asistentes a estas jornadas, que se celebran en el marco de la Presidencia polaca de la Unión Europea, han destacado que las áreas rurales activas son, además de un fin en si mismas, una oportunidad para el desarrollo equilibrado del conjunto de la sociedad. En este escenario, las consideraciones ambientales constituyen un factor de atracción y una posibilidad de crecimiento económico, tanto para los habitantes de las zonas rurales como para los visitantes.
Para lograrlo, los ponentes han indicado la necesidad de asegurar para estos territorios la provisión de servicios, asistencia y dotaciones, reconociendo que agricultores y gestores del territorio son el principal grupo creador de bienes públicos. Por este motivo, se ha subrayado la importancia de incorporar estas cuestiones al diseño de los fondos comunitarios.
En este sentido, el Director General del MARM ha puntualizado que España defiende esta línea de actuación de puesta en valor de los bienes públicos. De hecho, ha puntualizado Jesús Casas, la puesta en marcha en España de la figura de los contratos territoriales apunta en esa dirección.
Según ha explicado Jesús Casas, un bien público es una externalidad positiva, fruto de una acción realizada por el agricultor, que es utilizada de forma global por el conjunto de la ciudadanía, pero que no es reconocida ni remunerada satisfactoriamente por el mercado.
De esta forma, ha citado Jesús Casas, tenemos bienes públicos ambientales, como el paisaje, la biodiversidad, el agua de calidad disponible, los suelos funcionales, la estabilidad del clima, y la calidad del aire; y bienes públicos sociales, como la seguridad alimentaria, la vitalidad rural, y la preservación cultural.
Jesús Casas ha apuntado que, para que la sociedad reconozca la labor de los agricultores en la preservación de estos bienes públicos, es necesaria una intervención pública de la que la Unión Europea no puede quedarse al margen, ya que muchas de estas cuestiones son transfronterizas, suponen cohesión social comunitaria, y son imposibles de separar de la futura Política Agrícola Común (PAC).
A lo largo de estas jornadas, representantes de la Comisión Europea han avanzado algunas cuestiones sobre el nuevo reglamento de desarrollo rural. También han tenido lugar diversas presentaciones de desarrollo rural por parte de instituciones locales polacas, se ha celebrado un debate sobre buenas prácticas, y se han organizado dos talleres de trabajo, uno sobre bienes públicos, y otro sobre complementariedad de fondos.