Ha admitido, no obstante, que el veto -anunciado ayer por Rusia y que durará en principio un año- "tendrá más repercusión" para las exportaciones que estaban prácticamente en tránsito y se corresponden con productos perecederos, como las del sector hortofrutícola.

     El próximo jueves la Comisión Europea se reunirá con los Estados miembros para analizar la evolución de los mercados en estos primeros días de prohibición. y

      Según Miranda, en función de esos análisis, España podría pedir que la Unión Europea (UE) tome medidas, como mecanismos de retirada de productos del mercado.

El sector cárnico, cada vez más preocupado por los excedentes que se quedan


     Aunque en España el embargo afecta en especial al sector hrtifrutícola, la Asociación Empresarial cárnica Anafric advierte que el embargo de productos agroalimentarios anunciado por el gobierno ruso está provocando una gran preocupación en el sector agroalimentario y la industria de alimentación de la Unión Europea. Rusia es un mercado muy significativo para los alimentos de la UE, y muy especialmente para el ganado, la carne y los productos cárnicos.

    Así recuerda que este embargo de un año de duración afecta  a las exportaciones anuales de carne de vacuno y porcino de la UE a Rusia tienen un valor de unos 1.700 millones de euros, por lo que el embargo tendrá un impacto directo sobre las empresas exportadoras.

     Sin embargo, en su opinión, "los efectos indirectos son aún más preocupantes, ya que habrá grandes volúmenes existencias que deberían haber ido a Rusia, se quedarán forzosamente en la UE o deberán encontrar otros destinos en los mercados internacionales. Se espera que esto afecte negativamente los precios".

Se acaba la esperanza de una salida al veto porcino español y europeo


    De igual forma, se resalta que la pérdida directa del mercado ruso es un revés para la industria, pero crece la preocupación por el impacto negativo sobre los precios. Rusia absorbe una quinta parte de las exportaciones europeas de carne de vacuno, y una cuarta parte de las exportaciones de carne de porcino. Sin embargo, Rusia ya había impuesto una serie de restricciones al porcino europeo desde enero de 2014 a causa de los focos de peste porcina africana notificados en Lituania y Polonia (que aún pesan sobre el porcino español).

      Esta nueva decisión del gobierno ruso hace desvanecer cualquier esperanza de hallar una solución técnica a corto plazo, como podía haber sido la regionalización que habría beneficiado especialmente a los exportadores de carne de porcino de España. Ahora tendrán que seguir esperando todavía más, al igual que los exportadores de carne de vacuno, que también han visto ir por tierra las posibilidades de desbloqueo de las exportaciones de sus productos.

     Anafric confía en que las instituciones europeas entiendan la magnitud del problema y se explorarán, mediante la patronal UECBV, las herramientas para mitigar el impacto de este embargo sobre los productos agroalimentarios europeos.

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