En 2013, y ya con fondos comunitarios, la cantidad destinada a este Programa ascendió a 85,6 millones de euros, con los que se adquirieron más de 80 millones de kilos de alimentos.

El mayor presupuesto en 28 años

    El presupuesto  destinado para el Programa 2015 supone, por tanto, la mayor cantidad destinada a ayuda alimentaria, en los 28 años que el FEGA viene trabajando en la distribución gratuita de productos, a personas cuya situación económica o familiar les impide adquirir alimentos de forma regular.

     Este año se adquirirán productos de primera necesidad como arroz, alimentos infantiles (cereales infantiles, leche de continuación en polvo y tarritos infantiles), garbanzos, alubias, leche entera UHT, aceite de oliva, conserva de atún, pasta alimenticia tipo espagueti, tomate frito en conserva, crema de verduras deshidratadas, galletas, judías verdes en conserva y fruta en conserva sin azúcar añadido.

     La compra de estos alimentos está cofinanciada por el Fondo de Ayuda Europea para las personas más desfavorecidas (FEAD) que aportará el 85% del presupuesto, y con aportación nacional para el 15% restante.

    Su distribución se realizará, de forma gratuita, a través de 9.000 entidades benéficas, que atienden alrededor de 2 millones de personas en situación de necesidad.

    El reparto del Programa 2015 está previsto que se realice en tres fases. Las dos primeras a lo largo del año, distribuyéndose el 70% del total de los alimentos, y la tercera en el primer trimestre de 2016, para  asegurar una continuidad en el suministro de alimentos con el reparto del 30% restante.

Buscan apoyo para donar gazpacho con verduras sobrantes por veto ruso

     Por su parte, la Federación Española de Bancos de Alimentos (Fesbal) está buscando apoyos para repartir a los más necesitados gazpacho elaborado con las hortalizas que no se han vendido a consecuencia del veto de Rusia contra las exportaciones comunitarias.

     El presidente de Fesbal, Nicolás Palacios, ha asegurado, en una entrevista con Efeagro, que están intentando "encontrar ayudas" para aprovechar mejor y que no se eche a perder el alto volumen de existencias hortofrutícolas excedentes por el boicot ruso.

     Palacios ha explicado que el cierre de las fronteras rusas ha provocado que sobren muchas frutas y verduras, entregadas en fresco a los bancos, pero al tratarse de productos perecederos sería conveniente transformarlos y que se pudieran consumir en un plazo de meses.

     De hecho, parte de dichas mercancías se usó para zumo (con apoyo público); ahora, Fesbal quiere impulsar que se fabrique gazpacho, para dar salida a "20 millones de kilos de verduras que están esperando a ver si llega financiación" para elaborarlo.

     Los fondos de la Unión Europea (UE) por la retirada de frutas y hortalizas y su destino a fines caritativos llegan al agricultor y cubren actuaciones "hasta la fábrica", pero a partir de ahí su transformación tiene un coste y hace falta apoyo "ajeno", ha dicho.

     Por ello, cuando los bancos impulsan la transformación de productos entregan en especie una parte de los kilos a la industria, para compensar gastos.

     En cuanto a la crisis, ha apuntado que el número de personas que acude a estas entidades sigue creciendo, pero a un ritmo menor. En 2014, alrededor de 1.640.000 ciudadanos recurrieron a los bancos, 140.000 más que el año anterior, en torno a un 9 % más; en 2012 y 2013, el incremento anual fue del 23 %.

     A su juicio, la crisis, "la más dura" en sus 20 años de experiencia, es una "gran excavadora" que ha cambiado el perfil de las personas sin medios para nutrirse y ha demostrado que no hay nadie "inmune".

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