EFE.- Así lo han podido comprobar hoy los principales representantes institucionales de la comarca y los medios de comunicación, en una jornada de puertas abiertas en esta finca organizada por el IRTA y la Asociación Nuclear Ascó-Vandellós II (ANAV).
El IRTA y ANAV llevan cuatro años colaborando en esta finca de 17 hectáreas, 6 de las cuales y cerca de 4.000 árboles dedicados al cultivo experimental, en virtud de un convenio firmado entre el titular de la central de Ascó y el Departamento de Agricultura.
Los primeros resultados obtenidos de estas parcelas experimentales están poniendo de manifiesto que, con una tecnología adecuada y con nuevas variedades y patrones adaptados a la zona, la rentabilidad de los cultivos de melocotón y almendra puede incrementarse "de forma muy significativa", ha señalado la ANAV.
En el caso del melocotón y la nectarina, la combinación óptima de la variedad, del patrón y del sistema de formación son "claves para que los productores obtengan la máxima rentabilidad, de manera que los productos resultantes pueden suponer aumentos en el precio de hasta el 60 %, respecto a las variedades tradicionales, de menor demanda en el mercado".
En este sentido, los frutos obtenidos este año en las variedades de melocotón y nectarina de recogida más primeriza presentan altos contenidos en azúcar (entre 10 y 16º Brix, cuando la Unión Europea marca los 8º Brix como indicador de calidad de producto) y entre 14 y 16 kilogramos de producto por árbol, una cifra "muy importante, sobre todo teniendo en cuenta que son producciones jóvenes".
El jefe del proyecto y director de la Estación Experimental de Lleida, Simó Alegre, ha destacado la trascendencia de los estudios que se realizan en ‘L’Illa’ para la mejora de la competitividad del sector agrario de la comarca.
Alegre ha añadido que "en la finca se estudian las variedades de frutos que mejor se adecúan a las características de la Ribera d’Ebre con el objetivo de optimizar al máximo la productividad".
De este modo, determinando las variedades idóneas y transfiriendo este conocimiento al sector agrario local "se puede conseguir multiplicar la producción y a la vez ofrecer la máxima calidad en el producto".
Por su parte, José María Grávalos, director general de la ANAV, ha manifestado que la colaboración con el IRTA es "un claro ejemplo del compromiso de la asociación con el territorio y una muestra del apoyo de un sector como el industrial, en este caso por parte de la central nuclear, al desarrollo y mejora de otro referente en la zona como es la agricultura".