EFE.- El trabajo concluye que no existe una evidencia clara de que se haya producido un aumento global del número de medusas en los últimos dos siglos.
También muestra que las poblaciones de este animal cambian en función de alteraciones simultáneas con periodos sucesivos de aumento y descenso.
El último periodo de aumento global tuvo lugar entre 1995 y 2005, lo que, según los investigadores, condujo a la percepción de que las proliferaciones de medusas estaban aumentando como consecuencia de impactos globales.
El investigador del CSIC, Carlos Duarte, señala que en algunas regiones del mundo la presencia de las medusas ha aumentado, como en el Mediterráneo; sin embargo, en otras zonas "ha permanecido estable, ha variado a lo largo de las décadas o, incluso, ha descendido".
Los expertos creen que estas proliferaciones responden a ciclos globales recurrentes que se producen cada 20 años y actualmente -señalan- "existe un declive", pero "se podría iniciar un nuevo periodo de proliferación global próximamente".
El trabajo, que surgió por la "creciente especulación" sobre las actuales y futuras proliferaciones de medusas, permitirá a los investigadores hacer y repetir estos análisis dentro de una o dos décadas para determinar si el aumento de estas poblaciones continúa siendo cíclico o pasa a ser sostenido.
Las conclusiones aparecen recogidas en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS) y la iniciativa del estudio fue del "Global Jellyfish Group", un consorcio de 30 expertos en organismos gelatinosos, climatología, oceanografía y socio economía.