Tras dos años en los que el cultivo estrella de la provincia de Alicante difícilmente pudo cubrir costes de producción y se saldó con balances negativos para los productores, Asaja Alicante esperaba que los agricultores de limón alicantinos hubiesen podido obtener un respiro esta campaña ante un contexto de menor producción generalizado en todo el arco mediterráneo, que en la provincia ha rondado el -20% (33 millones de kilos menos), unido a la importante merma del limón turco, uno de nuestros principales competidores. Sin embargo, a punto de finalizar el primer tramo de la campaña del limón, que se cubre con la variedad Fino (inicia en agosto-septiembre y se extiende hasta enero-febrero), el escenario no resulta favorable para el sector.
Y es que, aunque los precios en origen han mejorado con respecto a los dos ejercicios anteriores, con incremento de cotizaciones en origen de alrededor de un 50% (0,35-0,40 e/kg árbol), esto no ha permitido mantener cierto margen de rentabilidad y hacer frente a unos costes de energía y combustible que han escalado en más de un 55% en este mismo periodo, según datos del Ministerio de Agricultura.
Los datos de exportación tampoco son positivos en el primer tramo de la campaña del limón: al borde del cierre de campaña del Fino, cabe destacar una caída en la exportación de alrededor del 14%, siendo el descenso más acentuado el de Alemania, principal cliente de nuestro cítrico, como consecuencia del contexto inflacionista, que ha provocado una crisis económica severa reflejándose en una caída general en el consumo de frutas y hortalizas frescas en Europa.
Cabe destacar el aumento de exportación con destino Polonia (+17%), país que suele nutrirse del limón turco, de menor calidad que el español y precio más bajo, que ha visto como su principal variedad, el Interdonato, ha sufrido una merma acusada de producción por las heladas de 2022, por lo que ha recurrido a la compra de las segundas categorías de limón español. Aún así, el mal dato que ofrece las ventas al exterior está provocando que las operaciones comerciales de Fino se realicen con cuentagotas.
«El balance del primer tramo de la campaña del limón en la provincia nos deja una sensación agridulce puesto que, aunque se ha producido un incremento de precios, nos estamos moviendo en cotizaciones similares a las de hace siete años, pero con un aumento en precios de insumos para producir, como la electricidad, el gasóleo o los abonos. En un contexto de descenso de producción generalizado, el precio tendría que haber sido mayor que 0,35-0,38 e/kg», afirma el presidente de ASAJA Alicante, José Vicente Andreu.
Asimismo, la asociación agraria aprovecha para poner de manifiesto una práctica que lleva años empleándose por parte de los fondos de inversión: los cuatro o cinco grandes operadores que compran no solo pactan el precio en origen, sino que también han propiciado el aumento de los destríos, que han pasado de un 3-4% a un 15-20%. Como consecuencia, se resta capacidad de negociación a los agricultores, además de perder valor económico por cada kilogramo que venden.
La campaña del limón Verna, que arrancará en marzo y se extenderá hasta los meses de junio-julio, se proyecta con precios en origen elevados debido al acusado descenso de kilogramos en la presente cosecha, que ASAJA-Alicante estima podrían sobrepasar el 35%, lo que se traduce en una bajada de casi 57.000 millones.
La principal amenaza a la que se enfrenta es la competencia que ejercerán países terceros como Sudáfrica, puesto que esta campaña el limón sudafricano no se topará con el hándicap que el año pasado supuso el aumento de los portes marítimos para transportes de mercancías, ya que los fletes marítimos se han normalizado y ya no serán impedimento para que en junio, cuando todavía está activa la cosecha española, entren en nuestras fronteras limones del país más meridional del continente africano y principal competidor del limón español, junto con el argentino.
NARANJA Y MANDARINA
En cuanto al primer tramo de la campaña de naranjas y mandarinas en la provincia de Alicante, ASAJA concluye que el balance, a pesar del descenso de producción (-14% en mandarina y -15% en naranja, según el aforo de la Conselleria de Agricultura) es favorable y esperanzador, dado que las cotizaciones en campo para todo el grupo de clementinas, mandarinas y naranjas han sido, de media, entre un 40 y un 50% superiores a las dos campañas anteriores (2020-2021/2021-2022).
Por variedades, las mandarinas tempranas como la Clemenvilla comenzaron con precios en origen de entre 0,36-0,43 e/Kg y concluyeron al alza con 0,70 euros/kg, un 100% más caras que el año pasado, aunque han sido las mandarinas de media estación las que han despuntado de forma insólita. Concretamente, la Tango y la Nadorcott partieron de cotizaciones en árbol de 0,78 euros/kg y terminaron en 1 euro/kg, un 40% más que en 2021-2022. La Orri terminó cotizando a 1,05 euros/kg, también un 40% más, con lo que, para todas las variedades, no solo es que los precios fueron netamente superiores a las dos cosechas anteriores, sino que partieron de precios en origen que fueron en aumento conforme avanzaba campaña, rompiendo así la tendencia bajista de años anteriores.
En cuanto al grupo de naranjas, cabe destacar la reina de nuestras variedades, la Navelina, que empezó cotizando en campo sobre 0,22 e/kg y ha terminado casi a 0,30 e/kg, una situación inédita, ya que suele empezar cotizando sobre 0,20 e/kg e ir descendiendo de precio conforme avanza la campaña. Así las cosas, la Navelina ha tenido un recorrido al alza con precios superiores a las dos cosechas anteriores en más de un 40%.
Para la variedad Lane-Late, que se recolecta en estos momentos, el precio también es superior a los dos ejercicios anteriores, con cotizaciones alrededor de los 0,40 e/kg. La variedad Powell, que empieza recolección en marzo, ya está registrando compras a futuro con precios de entre 0,50-0,52 e/kg, un 160% que la campaña pasada.
Este análisis permite extraer como conclusión de la presente campaña citrícola que nos estamos moviendo en un contexto de caída de producción citrícola en todo el arco mediterráneo, muy pronunciado en España, Marruecos, Grecia, Italia y Turquía, con la única excepción de Egipto (+11% en naranja), lo que ha propiciado un aumento de precios en origen.
«Los principales países productores de cítricos han tenido los mismos problemas que el campo español: sequía y condiciones climáticas adversas para el cuaje, efecto que ha condicionado que los precios en origen sean mucho más elevados de lo que deberían ser en condiciones normales, no solo porque tengamos menos naranjas en España, sino porque en general hay menos naranja en el mercado global», matiza Andreu.
Asimismo, Andreu alerta de algunas amenazas de cara a la próxima campaña, como la crisis de consumo que vive Europa por la inflación y los problemas de seguridad hídrica de las principales zonas productoras de cítricos en España, algo que solo afectará a los agricultores de nuestro país y que puede suponer un aumento de costes de producción.