Las dos razas bovinas objeto de este convenio se crían en dehesas, basan su alimentación en el aprovechamiento de los recursos naturales y están perfectamente aclimatadas a los ecosistemas de la Sierra de Madrid.
Según un comunicado de la Consejería de Medio Ambiente, las dos razas han destacado siempre por su doble aptitud para el trabajo y la producción de carne.
El catálogo oficial de razas de España incluye a ambas especies en la categoría de aquellas razas ganaderas autóctonas que se encuentran en peligro de extinción.
La Comunidad de Madrid destinará este año 500.000 euros a las ayudas a los ganaderos que crían razas autóctonas y en peligro de extinción, así como a las asociaciones que contribuyen a su mantenimiento.