El Grupo Vasco en el Senado ha reclamado que se excluya al lobo del listado de especies de protección especial con el objetivo de garantizar la pervivencia de la ganadería extensiva. La portavoz del PNV en el Senado, Estefanía Beltrán de Heredia, ha manifestado que el grado de protección al lobo impuesto para todo el Estado por el Gobierno español, «desoyendo al sector ganadero y las comunidades autónomas que tienen más del 90%» de sus manadas amenaza con romper el equilibrio entre ambos, por lo que ha reclamado revisar la estrategia de conservación, excluyendo al lobo del LESPRE para la zona norte del Duero «y podamos volver a gestionar ese necesario equilibrio entre las explotaciones ganaderas extensivas sin perjudicar a una especie que no está amenazada», ha subrayado.
En la Comisión de Comunidades autónomas Beltrán de Heredia ha trasladado que el marco de regulación ha favorecido las condiciones de mejora de la especie, cuya población ha aumentado un 26%, ocasionando un crecimiento de las pérdidas de ganado y de los daños a los propios ganaderos, entre otros perjuicios.
Así, ha concretado que en Bizkaia y Araba, debido al asentamiento y al movimiento de manadas entre comunidades, «los ataques a la ganadería están aumentando de una forma considerable, ocasionando un daño permanente a las explotaciones ganaderas de extensivo y provocando un peligro real para la persistencia de esta ganadería extensiva y también para el mantenimiento de las razas autóctonas».
«VIVEN EN UN ESTRÉS CONTINUO, CON LA INCERTIDUMBRE, CADA MAÑANA, DE SI EL LOBO HABRÁ ATACADO A SUS REBAÑOS O QUÉ SE VAN A ENCONTRAR CUANDO VAYAN A VISITARLOS”
Esta circunstancia ha generado preocupación tanto al Gobierno vasco como a las diputaciones forales que, de la mano de los propios ganaderos y ganaderas, han venido desarrollando estrategias de apoyo a las explotaciones, implementando las indemnizaciones por daños, implantando otra serie de medidas preventivas, como ayuda a la adquisición de mastines, la contratación de pastores de guarda o la compra de collares digitales para localizar de forma inmediata a sus animales.
«Los ganaderos y ganaderas viven en un estrés continuo, con la incertidumbre, cada mañana, de si el lobo habrá atacado a sus rebaños o si se van a encontrar, cuando vayan a visitarlos, con un panorama devastador».
Estefanía Beltrán de Heredia se ha mostrado en «defensa de los ganaderos» y ha reivindicado la contribución de la ganadería extensiva en el mantenimiento de la biodiversidad y de los ecosistemas naturales, pero ha advertido que la presencia permanente del lobo «va a alterar el frágil equilibrio económico y social que sustenta este modelo, haciendo inviable que muchos de estos rebaños suban a los pastos de montaña, poniendo en serio peligro hábitats, algunos de ellos catalogados como de interés comunitario, cuya conservación y correcta gestión depende de la ganadería extensiva», ha recordado.
«Los pastores han estado acostumbrados a la presencia más o menos frecuente del lobo, pero no a que esa presencia cuestione la viabilidad y la permanencia de su actividad», ha concluido la portavoz del Grupo Vasco en el Senado.