Con este reconocimiento, el Grupo Faustino sigue apostando por su compromiso con el respeto por la naturaleza y el medio ambiente, como uno de los pilares fundamentales de su estrategia.
El cálculo de la huella de carbono supone la descripción de la cantidad total de emisiones de CO2 y otros gases de efecto invernadero. Gracias a esta verificación, el Grupo Faustino consigue identificar oportunidades de ahorro de costes, implantar políticas de reducción de emisiones más efectivas e iniciativas de ahorro mejor dirigidas, demostrando así su compromiso de responsabilidad empresarial y medioambiental.
AENOR ha analizado todas las fases del ciclo de vida de los ocho vinos certificados: fase de recolección (origen y producción de la uva, horas de uso de los tractores en la vendimia, consumo de diésel agrícola o consumo de la energía eléctrica por riego, entre otros); fase de elaboración (consumo de energía eléctrica y gasóleo, utilización de productos ecológicos, etc); fase de distribución y venta (producción y transporte de las botellas, elaboración de etiquetas y del corcho, cápsulas, cajas de embalaje o palets de madera reciclados); fase de consumo del producto (enfriamiento de las botellas), y por último, fase fin de vida (gestión y transporte de los residuos, reciclado o vertedero).
El dato calculado de la huella de carbono supone alrededor de un kg por botella. El dato es bajo si lo comparamos con las emisiones de los coches, que suponen un kg por cada dos kms recorridos.
Plan Medioambiental
La verificación de la huella de carbono se encuentra dentro del Plan de Sostenibilidad Medioambiental (2005-2015), donde se ha logrado reducir alrededor de un 30% el peso de las botellas para hacerlas más ligeras y ecológicas, (reduciendo 50 gramos en el caso de los vinos de alta gama y 100 gramos en vinos de rotación rápida). Además se han buscado nuevos embalajes, materiales de reciclado, entre otras iniciativas.
Para desarrollar algunas de las actuaciones del Plan de Sostenibilidad Medioambiental se ha contado con un proyecto de tecnología punta, como es el desarrollo de depuradoras de alta gama capaces de filtrar el agua para convertirla nuevamente en potable. Esto permite su reutilización en las bodegas.
Asimismo, la compañía tiene marcado una serie de objetivos a cumplir antes del 2015, que pasan por disminuir en un 30% el consumo de energía eléctrica, agua, residuos y vertidos. Hay objetivos que ya en el año 2012 estaban a punto de cumplirse. De hecho, se ha disminuido un 20% el consumo total de energía eléctrica, lo que equivaldría a la electricidad consumida en 80 viviendas. En ese mismo periodo, el consumo de agua ha descendido un 30%, lo que correspondería a más de cinco piscinas olímpicas de 50×20.
Entre 2009 y 2011, se han minimizado un 50% los residuos peligrosos (envases de fitosanitarios, aceites y productos químicos) y un 30% los no peligrosos (cartón, vidrio, plástico, celulosa, orujos y lías).
En la actualidad se está trabajando desde el departamento de I+D+i del grupo en nuevos proyectos que supondrán menos impacto medioambiental como la reutilización de lodos de depuradora como abono para las viñas, la investigación de energías alternativas o la sustitución de sulfuroso para evitar emisiones.
Además el Grupo Faustino participa activamente en la definición estratégica del sector vitivinícola desde su posición como socio de la PTV (Plataforma Tecnológica del Vino) y participa en proyectos europeos contra el cambio climático como ADAPTACLIMA. Asimismo, cuenta con 14 hectáreas de viñedo para la elaboración de vino ecológico con una muy buena aceptación en el mercado europeo, especialmente en Alemania, Holanda, Irlanda, Polonia y Rusia.