Según ha explicado, las "heridas" que el pedrisco ha dejado en las sandías deben ser valoradas para ver si todavía son comercializables aunque, según ha dicho, "lo más seguro es que se pierda la cosecha".

     Por su parte, en la zona de Vila-real y Almenara los cultivos que resultaron dañados en mayor medida fueron los de cítricos, por lo que se prevé que tanto en ésta como en la franja de Benicarló y Vinarós, "probablemente" todo quede cubierto por los seguros que, según ha explicado Mampell, son habituales para este tipo de cultivos.

     Por su parte, desde FEPAC-ASAJA Castellón han asegurado a EFE que en la zona de Benicarló se han visto afectadas por las tormentas de granizo las cosechas de melón, donde se prevé que la pérdida se sitúen entre las 2.000 y las 3.000 toneladas.

El cereal se ha salvado y el agua ha sido beneficiosa para el campo


     Según ha explicado uno de los técnicos de la organización, Adrián Lobo, las cosechas de cereal de la comarca de Els Ports no se han visto fuertemente afectadas ya que la labor de recolección estaba prácticamente concluida, mientras que en el Alto Palancia han sufrido daños las cerezas y almendras que quedaban por recoger.

     A diferencia de en estas zonas en las que el granizo cayó durante un periodo de tiempo más largo y de forma "más espesa", en la zona de interior "no hizo tanto daño", sino que los más de 50 litros por metro cuadrado caídos -según la localidad- han sido "beneficiosos" para el campo.

     "Ha sido un riego muy bueno porque cayó piedra entre tres y cuatro minutos y estaba mezclada con agua", ha explicado Mampell, que ha añadido que el tamaño del granizo caído allí era menor.

(Foto: rchivo)

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