La semana pasada, la organización de ganaderos UPA mandaba un mensaje muy claro y volvía a recordar a las industrias lácteas, mediante una carta, la necesidad imperiosa de que los ganaderos y ganaderas reciban un precio justo por su leche, a la vez que advertían que “sin precios justos, todos los esfuerzos de la cadena láctea quedarán en nada porque los ganaderos tendremos que cerrar”. Sin embargo, para el secretario general de Agricultura y Alimentación, Fernando Miranda, el mercado lácteo está alcanzando un mayor equilibrio entre la oferta y la demanda «que permite una recuperación de los precios».
En declaraciones a los periodistas tras asistir a una nueva reunión de seguimiento del acuerdo lácteo, Miranda ha indicado, no obstante, que aún «existe recorrido» para que mejoren los precios que perciben los productores españoles ya que «el diferencial» con la UE es «grande».
Ha valorado estas reuniones porque en ellas todos los operadores de la cadena pueden conocer, por ejemplo, que los ganaderos están afrontando «mayores costes de producción» para actuar en consecuencia.
En su intervención, ha recordado que el acuerdo se firmó hace ya más de tres años y tuvo un «efecto muy bueno» para establecer un «suelo» por debajo del cual no cayeron los precios en origen en los momentos «más duros» de la crisis láctea.
Miranda considera importante que los distintos eslabones de la cadena pongan en valor el trabajo de los productores porque es la «única manera» de hacer viable su continuidad.
Durante la reunión, la directora general de Producciones y Mercados Agrarios, Esperanza Orellana, expuso la situación del el mercado lácteo en el ámbito de la producción, con un incremento hasta noviembre de 2018 del 1,5% respecto de 2017. Tras la crisis de precios registrada entre 2015 y 2016, los precios se han mantenido estables en España y están siguiendo la tendencia estacional habitual. El último precio disponible (noviembre de 2018 se sitúa en 32,33 €/100 kg (datos FEGA). Los márgenes desde el tercer trimestre de 2018 se están reduciendo por el incremento del coste de la alimentación y la energía.