Además, Arias Cañete ha recalcado que el proyecto está supervisado técnicamente y cumple todos los requisitos técnicos para su ejecución y todas las normas vigentes en materia de seguridad.
El ministro ha puntualizado que fue precisamente el seguimiento exhaustivo de los trabajos lo que permitió a los técnicos detectar, el pasado mes de julio, un desplazamiento de poco más de 4 centímetros en la ladera derecha del embalse. Ante esta situación, se tomaron inmediatamente las medidas necesarias para frenar ese deslizamiento.
A partir de aquí, “hemos cumplido escrupulosamente lo establecido en el Plan de emergencia de la presa”, ha afirmado el ministro, quien ha explicado que el pasado 21 de diciembre se aprobaron las obras de emergencia, por una cuantía de diez millones de euros. En concreto, se trata de una serie de actuaciones destinadas a disminuir el peso de la zona superior de la ladera, la ejecución de muros de hormigón armado y la ejecución de anclares en determinadas zonas de la ladera para estabilizar el embalse.
Según ha detallado Arias Cañete, estos trabajos, que continúan al ritmo previsto, han dado sus frutos, ya que se ha logrado frenar casi totalmente el deslizamiento, a pesar de las intensas lluvias registradas durante todo este año en la zona.
El Gobierno asumió sus responsabilidades
Por lo tanto, el ministro ha reiterado que “el Gobierno ha asumido en todo momento sus responsabilidades, siendo la primera de ellas asegurar la seguridad de los ciudadanos de la zona y evitar posibles riesgos”. Así, el Ministerio, a través de la Confederación Hidrográfica del Ebro, en colaboración con el Ayuntamiento de Yesa, ha contribuido a la reubicación y alojamiento de las diez familias que residían en dos urbanizaciones que el Ayuntamiento acordó desalojar para evitar riesgos. Además, el Gobierno ha asumido los gastos que se generen en el pago de los alquileres de las viviendas, las facturas de la luz, agua y gas, hasta la vuelta de las personas desalojadas de sus viviendas.
No obstante, Arias Cañete ha apuntado que, a fecha de hoy, “no se han producido los daños por el deslizamiento pronosticados por los más alarmistas, ni el colapso de ninguna vivienda, ni se ha puesto en riesgo a ninguna persona”.
Por último, el ministro ha señalado que, para redoblar los esfuerzos en materia de seguridad, la Confederación Hidrográfica del Ebro ha puesto en marcha un equipo multidisciplinar “para que estas situaciones no se vuelvan a repetir”.