Las autoridades veterinarias y fitosanitarias rusas realizaron en la primera quincena de marzo una auditoría con inspección a 17 industrias cárnicas y dos industrias lácteas, así como a explotaciones ganaderas y laboratorios oficiales.
En ellas, según ha afirmado el Gobierno, señalaron varios problemas, desde una "falta de conocimiento de la normativa de la UA", hasta una crítica al sistema de certificación español que califican "como excesivamente burocrático".
El Magrama ha diseñado, junto con el Ministerio de Sanidad y los Servicios Veterinarios de Salud Pública "las medidas y garantías que pueden adoptarse para cumplir la normativa rusa que permitan reanudar las exportaciones", con la creación de grupos de trabajo destinados a analizar la normativa de la UA y "adaptar un programa de autocontroles".
La exportación de carne y productos cárnicos españoles a Rusia tiene un valor de 300 millones de euros, que representa el 8,6% del total vendido en mercados exteriores.