En desarrollo rural, el ministro quiere acabar con "los criterios políticos de reparto" y "sin ningún criterio objetivo" del último Gobierno del PSOE, que dejó territorios "laminados" o "arrasados", con comunidades autónomas cuyos fondos se redujeron entre un 40 y un 60% mientras en otras "se incrementaron espectacularmente".

"El sistema es bueno para toda España, incluida Catauña y País Vasco"


    Según Arias Cañete, la Comunidad Valenciana se vio "arrasada"; Castilla y León, "destrozada"; y Navarra, "laminada". Denuncioó, por ejemplo, que el último Gobierno socialista le redujo a Castilla y León las ayudas de 1.510 millones a 849; y a Valencia, también del PP, de 448 a solo 176; mientras que a Andalucía (PSOE), le subió de 1.584 a 2.117 millones.

   Insistió en que el nuevo modelo de la PAC basado en la comarcalización persigue que no haya grandes trasvases de ayudas y detalla que se han logrado grandes mejoras y flexibilidad. "El sistema es bueno para toda España, incluida Cataluña o País Vasco, porque evita la convergencia interna, que es el mayor problema que podríamos temer y garantiza la unidad de mercado", ha contestado Cañete pese a las dudas mostradas por la oposición.

    Y es que el modelo despierta las dudas del PSOE e Izquierda Plural, que creen que beneficiará a los grandes propietarios de tierras y algunos grupos nacionalistas que denuncian invasión de sus competencias en materia de agricultura y desarrollo rural.

Para el PSOE, sobra "euforia"


    En concreto, el portavoz de Agricultura del PSOE, Alejandro Alonso, criticó los procedimientos del Ministerio y aseguró que es "un mal modelo desde el inicio y que sigue siendo malo", aunque "menos malo" gracias a las mejoras y modificaciones introducidas por los ponentes socialistas en el Parlamento Europeo.

    Alonso pidió a Cañete "prudencia" y menos "euforia" porque llegará el momento -avisa- de la primera asignación de derechos y "habrá llantos y rechinar de dientes" de "la gente que le creyó de que no iba a perder nadie", cuando en realidad no será así.

    En su opinión, sí habrá transferencia de ayudas, pese al mensaje oficial tranquilizador, y también pérdidas del 30% de los fondos que reciben algunos agricultores, mientras que a los grandes tenedores de tierra en propiedad "les tocará la lotería" si no se hace una adecuada definición de agricultor activo, añade.

    Asimismo, cree que "no es suficiente" limitar los pagos a los perceptores de más de 300.000 euros y advierte de carencias en la OCM única, aunque sí valora en cambio algunos puntos del acuerdo, como los apoyos a pequeños agricultores, jóvenes y zonas desfavorecidas o que no haya transferencia de fondos entre pilares. Por otra parte, pidió que el programa nacional de desarrollo se centre en el apoyo a la integración de las cooperativas.

Izquierda Plural cree que este modelo "nos lleva al desastre"


    Desde Izquierda Plural, José Luis Centella criticó el modelo que "nos lleva al desastre antes o después", porque la Unión Europea "tiene decidido que no tiene lugar una agricultura mediterránea en la Europa de los mercaderes y la especulación".

    "Ustedes son parte de este modelo", abundó Centella, quien dijo que "no vamos a asumir la derrota de que se pague a los propietarios de la tierra sólo por tenerla" ni aceptar un sistema ideado para asegurar rentas a "duquesas o sociedades anónimas".

Los nacionalistas ven un recorte de competencias


    Conchita Tarruella (CiU) mostró su desacuerdo con un modelo "recentralizador" que "impide las competencias de muchas comunidades autónomas y específicamente las de Cataluña. Y en desarrollo rural hace un "vaciado" de competencias que impide que las regiones puedan hacer políticas propias, puntualiza.

    Joseba Agirretxea (PNV) lamentó en su intervención "el modelo vertical" del Gobierno basado en una gestión "centralizadora" que dicta en muchos puntos en qué se gastará el dinero, especialmente en el ámbito del desarrollo rural, y la invasión de competencias autonómicas.

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