EFE.- Arias Cañete hizo esta reflexión durante su intervención en las jornadas sobre "La Política Agraria Común", organizadas por el Parlamento de Andalucía, en la que ha admitido que la "preocupación máxima" del Gobierno español es la falta de "flexibilidad" en la aplicación del nuevo modelo de ayudas, ya que el marco financiero para España se mantendrá en niveles muy similares a los actuales.

En este sentido, ha destacó que España seguirá recibiendo más fondos de los que aporta, con un total de 35.705 millones de euros destinados a ayudas directas hasta el 2020, un importe algo superior al marco actual, y 8.291 millones para medidas de Desarrollo Rural.

El mayor problema, según el ministro, es la aplicación de la PAC, pues sobre el modelo de distribución hay muchas posiciones, por un lado el irlandés, que apoya España y que quiere establecer topes razonables, y el modelo de una convergencia hasta el 75 %, que es el más "peligroso".

"La batalla de España en este momento se produce en la convergencia interna y en la necesidad de establecer mecanismos de flexibilidad y de aplicación, y esa primera batalla se va a dar la próxima semana en la Comisión Europea y luego en el Parlamento", recordó.

Según Arias Cañete, si España es capaz de negociar "espectacularmente bien" en la UE, a partir de ese momento tiene que tomar la decisión de si aplica la PAC nacionalmente, es decir, si es el Gobierno de la nación el que la aplica de la forma más "uniforme posible", o si tienen que tomar la decisión las comunidades autónomas.

"Tenemos todavía demasiadas incertidumbres para poder concretar el modelo", confesó Cañete, tras detallar que esta reforma es especialmente "compleja" porque cada país está "buscándose sus habichuelas" de forma individual o mediante alianzas asimétricas en función de los temas a negociar, lo que lo hace "muy difícil".

Según el titular de Agricultura, la reforma de la PAC no puede "permitirse el lujo" de prescindir de una política de apoyo para mantener una agricultura "competitiva" y asegurar el abastecimiento alimentario de la población, y a "precios razonables".

En cuanto a su aplicación, Arias Cañete cree que el nuevo modelo de ayudas directas puede entrar en vigor en el 2015, mientras que los restantes elementos de la Reforma pudieran estar operativos en el 2014.

El ministro expresó su intención de alcanzar un acuerdo con las comunidades autónomas los sectores implicados, a los que propondrá un modelo de aplicación de la reforma en España que permita "contemplar el futuro con optimismo".

En las jornadas intervino también el consejero andaluz de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente, Luis Planas, quien ha abogado por una PAC que impulse una agricultura más sostenible y sea capaz de generar empleo en Andalucía, ya que "hoy por hoy, no se puede hablar de ayudas en Andalucía sin hablar de empleo".

Planas recordó que Andalucía recibe actualmente 2.000 millones de euros anuales, de los que el 80 por ciento son ayudas directas de las que se benefician, en mayor o menor medida, un total de 280.000 agricultores y ganaderos.

Sobre la reforma que se debate en este momento para el periodo 2014-2020, ha recordado que Andalucía debe ser de las "principales beneficiarias" de esta política, y ha defendido la necesidad de un reparto de ayudas directas "limitado a la superficie verdaderamente agraria", y que reconozca la "especificidad" de la agricultura andaluza, así como las diferencias de potencial productivo, de empleo y la apuesta por las producciones sostenibles.

Por su parte, las organizaciones agrarias Asaja, COAG y UPA de Andalucía, que participaron en una mesa redonda dentro de las jornadas, han coincidido en que la reforma de la PAC para el periodo 2014-2020 no traerá "nada bueno" si finalmente no tiene en cuenta la especificidad de los distintos territorios.

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