Por comunidades autónomas, las inversiones previstas son las siguientes: Andalucía (243,6 millones de euros), Castilla y León (173,6 millones), Aragón (75,1 millones), Comunidad Valenciana (65,4 millones de euros), Murcia (52,8 millones), Extremadura (43,3 millones), Cataluña (35,8 millones). Castilla La-Mancha (6,5 millones) y Madrid (200.000 euros).
En total, está prevista la realización de 87 actuaciones en las citadas comunidades autónomas, en las que destacan las 27 de Andalucía, las 16 de la Comunidad Valenciana, las 14 de Castilla y León y las 7 de Aragón.
El uso eficiente y racional del agua y la implantación de nuevas tecnologías en el regadío, es el motor de la política del Gobierno para la modernización de los sistemas de riego en España, El impulso de la mejora de los recursos hídricos, unido a la mejora de la eficiencia energética, lleva aparejado la mejora de la competitividad de las explotaciones agrarias, gracias a una mayor productividad y a un menor coste de producción.
El Gobierno de España, a través del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, sigue apostando por la modernización de los regadíos, conforme a los criterios de racionalidad y sostenibilidad que deben sustentar las actuaciones del sector público.
Satisfacción en Fenacore
El presidente de la Federación Nacional de Comunidades de Regantes (Fenacore), Andrés del Campo, ha afirmado que se congratula de la aprobación, en el Consejo de Ministros y ha destacado que se trata de unos fondos que se esperaban desde hacía varios meses para proyectos ya adjudicados y que ahora podrán materializarse, con el objetivo de incrementar la productividad de los cultivos de regadío.
Ha explicado que las obras servirán principalmente para sustituir antiguos sistemas de riego en superficie por otros más eficientes, desde el punto de vista del ahorro tanto de agua como de energía, esta última "la mayor preocupación de los regantes", ha añadido, que ya supone mas del 30 % de los costes.
Del Campo ha recordado que todavía está pendiente desarrollar la segunda fase del Plan Nacional de Regadíos, que dará continuidad a la primera fase concluida en 2008, y que permitirá modernizar más de un millón de hectáreas.