El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) ha advertido este viernes 8 que las mezclas de aceite de oliva o de orujo de oliva con otros aceites vegetales no pueden comercializarse «bajo ninguna denominación de alimento».
Fuentes del Ministerio han destacado a Efeagro que dicha prohibición busca evitar la confusión de esas mezclas con los aceites de oliva o de orujo, después de que hayan aparecido denuncias en los medios de comunicación de botellas que parecen ser de aceite de oliva y se venden a un precio menor porque son refinados grasos.
En el mercado se comercializan «preparados grasos» que contienen mezclas de aceite de oliva y de orujo con aceite de girasol, sésamo, otras semillas o grasas como la manteca de coco.
«Dichas mezclas no podrán comercializarse bajo ninguna denominación de alimento para evitar que puedan confundirse con los aceites de oliva o de orujo de oliva», ha aclarado el MAPA, tal como recoge expresamente la norma de calidad publicada en 2021.
Como esas mezclas no pueden llevar la denominación de «aceite», diversas empresas las venden como «refinados grasos», como aparece en las etiquetas, a pesar de que el envase pueda asimilarse al de una botella de aceite de oliva.
La normativa europea permite a los Estados miembros de la Unión Europea (UE) prohibir la producción en su territorio de las mezclas de aceite de oliva y otros aceites vegetales para consumo interno, algo que recoge la norma española de calidad del aceite de oliva.
«DICHAS MEZCLAS NO SE PUEDEN PRODUCIR PARA SU COMERCIALIZACIÓN EN EL MERCADO NACIONAL, AÚN CUANDO LA DENOMINACIÓN DADA AL PRODUCTO NO SEA ACEITE”
Sin embargo, los países de la UE no pueden prohibir la comercialización en su territorio de tales mezclas procedentes de otros países ni la producción en su territorio de dichas mezclas con vistas a su comercialización en otro Estado miembro o a su exportación.
El MAPA ha señalado que, en el caso de un producto específico identificado en televisión, este «puede ser confundido» con los aceites de oliva de la norma de calidad y ha trasladado el asunto a las autoridades competentes de la comunidad autónoma donde radica su operador para que se adopten las medidas oportunas.
«Dichas mezclas no se pueden producir para su comercialización en el mercado nacional, aún cuando la denominación dada al producto no sea aceite ni haya ninguna mención al aceite de oliva en el campo visual principal del etiquetado», han sostenido las fuentes.
El Ministerio de Agricultura está trabajando en el ámbito comunitario para que la prohibición que existe en España en torno a las mezclas se extienda a toda la UE.
En abril, la organización agraria UPA denunció la venta «engañosa» en supermercados españoles de aceite de oliva que los envasadores mezclaron con girasol en Portugal y que acabó siendo retirada del mercado.
Ese tipo de prácticas han surgido como respuesta al encarecimiento del aceite de oliva, en máximos debido a la escalada de costes de producción y de la corta campaña como consecuencia de la sequía.
La industria envasadora defendió entonces que sus productos cumplen con las exigencias legales y aportan la información obligatoria que debe aparecer en las etiquetas, lo que no incluye la indicación del origen de las mezclas porque el aceite de oliva se puede mover libremente en el mercado interior.