También las modas entre los consumidores, influyen. “El queso de mezcla no permite revalorizar el litro de leche, lo que lo revaloriza es el queso de oveja, aunque el consumidor compra poco y cada vez más barato”, ha asegurado durante su intervención, que recoge www.tribunasalamanca.com.
 
    Al mismo tiempo, ha insistido en la necesidad de firmar contratos. “Que exista un contrato es fundamental, nos obliga a saber qué queremos hacer y en qué condiciones”, ha afirmado, antes de explicar que el FEGA comunica mensualmente los precios, pero considera que se están facilitando mal y que están distorsionando el mercado.
 
    Por su parte, el genetista de la Universidad de León, Fernando de la Fuente, ha sido el encargado de demostrar que las ganaderías que abogan por invertir en genética, tienen mayor rentabilidad. “Las razas que no invierten en mejora genética, pierden rentabilidad y al final desaparecen”, ha indicado.
 
    “La mejora genética en ovino de leche es necesaria para mejorar la rentabilidad de las explotaciones. Es un hecho demostrado que es rentable. Aquellos ganaderos que venden genética, su cuenta de resultados es mayor que el que no la vende, pero vender genética sólo es posible si la ganadería está integrada en un programa de mejora”, ha explicado.
 
      La jornada también contó con la presencia de José María Bello Dronda, Product Manager de Nanta, quien ha explicado que la gestión de las explotaciones de ovino es un tema de rentabilidad. “Hay estudios que demuestran que no hay muchas ganaderías que utilicen sistemas de gestión. Se trata de recoger información, ordenarla, procesarla y utilizarla para tomar decisiones”, ha comentado.
 
    En ese sentido, ha explicado los sistemas que utiliza Nanta para gestionar la nutrición, el manejo y la economía de las explotaciones. “Buscamos recoger datos básicos para facilitar información útil al ganadero. Cuanto más exhaustiva sea, más real será la información, pero lo primero que hay que buscar es la utilidad”, ha afirmado.
 

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