Las elecciones británicas que la primera ministra Theresa May había convocado para coger más fuerza para negociar el Brexit no sólo ha dejado un parlamento ingobernable, sino un panorama desolador para todos los países europeos, ya que se abre un escenario de incertidumbre sobre cómo se podrá negociar la salida del Reino Unido de la UE sin una mayoría que respalde la postura británica. Y este escenario no es nada bueno para nadie, pero tampoco para la agricultura y la próxima PAC, demasiado pendiente de cómo iba a quedar la salida y de sus efectos en los Presupuestos europeos. Por eso, parece que cada vez más el Reglamento Omnibus, la llamada prereforma de la PAC, gana peso y se asienta como la última oportunidad de lograr cambios no de cara a 2020, sino algún año más.
Si desde hace tiempo ya se venía anunciando que la reforma de la PAC 2020 no se iba a aprobar en esa fecha, ahora el panorama es más complicado. Tanto que incluso ya se habla tanto de una posible marcha atrás del Reino Unido como de nuevas elecciones en el Reino Unido (lo que retrasaría cualquier inicio de las negociaciones) pasando por una negociación a tres partes (UE, Gobierno británico y Parlamento británico).
Sobre la mesa está el coeficiente de pastos, medidas contra la cañida de los precios, el agricultor activo y ayudas asociadas
En cualquier caso, un panorama desolador que afectará directamente al sector agrario europeo, que verá cómo todo se puede retrasar (sin olvidar las elecciones europeas y los posibles cambios en la CE), con el perjuicio que eso conlleva sobre todo para las empresas agroalimentarias, que deben prever qué va a pasar para ultimar sus estrategias ante la pérdida de un mercado como el británico.
De cara a nivel nacional, esta situación deja al Reglamento Omnibus como la última oportunidad de poder conseguir algunos cambios en la PAC. Inicialmente, aunque con algunas dudas, podría beneficiar al Coeficiente de Admisibilidad de Pastos para la dehesa y el monte mediterráneo, pero no se espera que haya ningún cambio en la figura del agricultor activo y sí algunos en las ayudas asociadas que están por definir.
Sí parece, sin embargo, que se podrían aprobar cambios en los instrumentos frente a crisis de mercados -como mutuas o seguros de rentas- o un empuje para que cambien las leyes de Competencia de la UE, con vistas a combatir las “malas prácticas” y a que el agricultor tenga más poder de negociación frente a industrias o distribución.
La negociación de este Reglamento Omnibus está prevista para julio de este año con el fin de aprobarlo sobre octubre. Para entonces la CE ya tendrá los resultados de la encuesta de la PAC