En la mayor parte de los contratos se estableció un valor de 38 céntimos de euro, que a mitad de la campaña se ‘incumplió’ porque la industria pagó más a causa de la escasez de leche, que hizo que no hubiera importaciones. Incluso, en pleno invierno, algunas empresas transformadoras tantearon a productores con los que no tenían acuerdos, lo que obligó a las demás a ofrecer más dinero para no quedarse desabastecidas, según recoge Cristina Viu en www.lavozdegalicia.es.

   Los contratos funcionaron bien en líneas generales. Los sindicatos no detectaron casos en los que se pagara por debajo de lo establecido, salvo algunas exceociones puntuales.

    Sin embargo, ahora la sensación es de incertidumbre ante la última campaña con cuotas. La campaña ha sido bastante buena, pero no lo suficiente como para que los productores hayan podido resarcirse de las pérdidas anteriores, aunque la gran mayoría han intentado producir más y lo han hecho mejorando la alimentación del ganado.

(Foto: Archivo opoyf.wordpress.com)

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