Aunque existe una tendencia a la baja en el Índice de Precios en Origen y Destino de los alimentos en los últimos seis años, según los datos revelados por el informe de COAG, lo cierto es que las diferencias siguen siendo excesivas, sobre todo cuando se ha pasado unos últimos meses con una sequía importante en distintas zonas del país y una caída de los precios a los agricultores que, en casos como los cítircos o las fresas, han provocado que se tiraran la cosecha o no se recogiera para evitar perder más dinero.
Así, destaca que la naranja, que ha sufrido severamente estos daños, ha visto cómo se pagaba a 0,17 céntimos el kilo al agricultor y se vendía a 1,17 en los comercios, con un diferencial del 671%, unos índices que se han mantenido con el pepino (606%) y la lechuga (617%).
Destaca también que la leche de vaca, en plena crisis por los precios y el final de la cuota láctea, se ha pagado en junio a 0,38 céntimos de media y se ha vendido a 0,82, con un 119% de diferencia.