EFE.- En el global de la demarcación de Tarragona, el sindicato estima que la pérdida habrá sido del 53 % de la cosecha que había en el árbol en agosto, con un descenso de 32.354 toneladas y pérdidas de 9,71 millones -en comarcas como la Ribera d’Ebre y la Terra Alta la caída puede llegar al 40 %-.
Los fuertes vientos y la sequía de los meses de verano en algunas zonas productoras concretas han contribuido a agravar aún más los perjuicios ocasionados por la mosca de la aceituna.
Una de las claves de esta situación, según remarca el responsable nacional del sector del aceite de UP, Miquel Blanch, es la sucesiva y drástica reducción de medios económicos y materiales para hacer frente a la lucha contra la mosca del olivo.
"Venimos de tres cuatro años que vamos mal. En el Baix Ebre y el Montsià se hacían tres o cuatro tratamientos aéreos, que ayudaban a controlar la mosca, pero cada año hay menos presupuesto: este año ha hecho un vuelo y por unas zonas muy concretas", ha afirmado.
Esta falta de contención, añade, ha permitido que la mosca se haya movido hacia otras zonas, llegando incluso a Barcelona o el Empordà.
El sector, además, ve con alta preocupación la situación actual de los precios del aceite, que se mantienen por debajo del precio de producción "desde hace seis años", un fenómeno que la campaña pasada ya se produjo.
A la salida de molino, el precio del aceite se ha reducido de los 2,38 euros el kilo de aceite virgen extra a inicio de campaña -en octubre- a 2,06 euros el kilo esta semana, por debajo de los costes de producción.
Estas cifras contrastan con los precios de venta de distribuidores como Carrefour, precisan, que vende al consumidor final a 1,89 euros el litro de aceite virgen, la misma cifra que se paga al productor, y sin tener en cuenta factores como el envasado o el transporte.