Hasta la fecha, únicamente se había liberado un caudal de entre 90 y 124 l/s, que permitía una discreta circulación de agua que llegaba hasta unos 4 kilómetros agua abajo del embalse.
Mediante la apertura de compuertas de fondo y la liberación de hasta 1.200 l/s llevada a cabo se ha conseguido hacer llegar el caudal hasta el tramo más bajo del río (desembocadura) y recuperar el dibujo del cauce donde hacía más de 35 años que no circulaba agua.
Los efectos de esta maniobra han sido positivos, favoreciendo la limpieza de algas y vegetación que se habían acumulado en el cauce del río, informa la ACA.
Así, el agua del río Gaià ha fluido por lugares en los que prácticamente no había circulado nunca desde la construcción de la presa de El Catllar.