Felipe Ruano / Presidente de ASEMAC

Muchos lo califican como el primer alimento natural y cada 16 de octubre conmemoramos su Día Mundial. El pan merece nuestro constante reconocimiento y puesta en valor debido a su importancia en la tradición alimentaria. Celebramos hoy también el éxito de una industria, la de la panadería, bollería y pastelería, dedicada en cuerpo y alma a la alimentación. Una industria que suministra a lo largo y ancho del planeta productos suficientes con los mayores estándares de calidad y seguridad alimentaria respondiendo a las demandas de un consumidor cada día más exigente.

Tras la sacudida provocada por la pandemia, comprobamos cómo el consumo de pan se ha logrado mantener, creciendo incluso en algunas categorías como el pan integral. Durante el último año, la industria española de la panadería ha continuado fabricando y suministrando dos millones de toneladas de productos de panadería. Día a día, de manera incesante, desde los primeros días del confinamiento duro hasta estos días donde parece vislumbrarse el final del túnel. Sin faltar ni un solo día en las mesas de nuestros conciudadanos. Ni siquiera en aquellos días de incertidumbre absoluta, días en que no había información suficiente sobre la pandemia, ni seguridad total en fábricas, almacenes, transportes y tiendas de panadería, cuando solo había una mascarilla para defenderse del ataque del virus… En ninguno de esos largos meses hemos faltado a nuestra cita diaria con el amasado.

Solo en Europa hay más de 2.000 grandes plantas industriales y miles de pequeños artesanos dedicados a este producto, y más cientos de miles de puntos de venta. Todos los que formamos parte de esta cadena debemos trabajar con un mismo objetivo: promocionar el consumo de ese producto esencial dentro de la Dieta Mediterránea y fuente fundamental de energía y, en definitiva, salud. En nuestro país se está haciendo en el seno de la a Organización Interprofesional de Cereales Panificables y Derivados (INCERHPAN) que seguiremos apoyando desde dentro y que es esencial seguir apoyando desde fuera.

En estos tiempos de hiperinformación y de constantes impactos en redes sociales, paremos un momento para reflexionar en aquello que es esencial y pongamos en valor un producto que nunca falta en lineales y estantes, pero tras el cual hay grandes dosis de esfuerzo y dedicación. Feliz Día Mundial del Pan.

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