Con la apertura de las compuertas de la presa de La Serena, la CHG pretende tener capacidad para retener en este pantano las aportaciones de agua que se van a producir en los próximos días "teniendo en cuenta las previsiones de precipitaciones y posibles aportaciones que hay en el sistema Zújar".
En este sentido, Manuel Martínez ha avanzado que "quizá a lo largo de la próxima semana" habrá que realizar "algún tipo de operación de carácter interno" entre los grandes embalses del río Guadiana, como son Cíjara, García de Sola y Orellana.
Al margen de actual desembalse de la presa de La Serena, la Confederación Hidrográfica del Guadiana está turbinando 50 metros cúbicos a través de las centrales hidroeléctricas situadas en los pies de presa de los embalses del Zújar y de Orellana.
La presa de la Serena se terminó de construir en 1.990 y se llenó con las lluvias registradas en los años 1.996 y 1.997, según ha recordado Martínez.
Entonces se hizo una "apertura simbólica" una vez que el volumen embalsado superó la cota del labio fijo y empezó a cubrir las compuertas.
De todos modos, en aquella época el volumen embalsado era "menor del actual", que es del 94,6 por ciento de la capacidad máxima, y se hizo un "acto simbólico dada la significación que tenía el embalse en el sistema hidráulico del país".