El cultivo de arroz es estratégico para el regadío de la región ya que ocupa una superficie de más de 24.00 hectáreas en la región. Sin embargo, los productores encadenan años de descensos en los precios que amenazan la viabilidad de este cultivo pese a los esfuerzos de los arroceros: “Llevamos años con precios ruinosos mientras los costes no dejan de subir”, señalan desde UPA-UCE Extremadura.
El pasado 2 de marzo, la organización reunió a productores y técnicos del sector en una jornada en Zurbarán para analizar el presente y el futuro de este cultivo: “Vivimos un momento complicado, porque no nos salen las cuentas”. Sobre los precios, desde la organización profesional agraria culpan a las importaciones masivas de terceros países y al oligopolio de la industria como principales responsables de esto.
Bajos precios y altos costes por la la escasa efectividad de los tratamientos fitosanitarios ponen en riesgo su rentabilidad
Asimismo, la subida de los costes de producción, especialmente debido a la resistencia de las plagas y enfermedades ante la escasa efectividad de los tratamientos fitosanitarios disponibles debido a que están prohibidos por Bruselas, merman “considerablemente” la rentabilidad de las explotaciones de cultivo de arroz.
Por ello, desde UPA-UCE consideran que es necesario articular medidas para “evitar la desaparición del cultivo”. En primer lugar proponen la aplicación de la Cláusula de Salvaguardia durante el periodo de comercialización del producto: “En la UE consumimos más arroz del que producimos, por lo que no se entiende que los arroceros se arruinen cuando el mercado demanda nuestro producto”, inciden.
Asimismo, exigen un estricto control de las producciones que vienen de terceros países para garantizar que no utilicen productos fitosanitarios que están prohibidos en la UE: “Necesitamos que se garantice la seguridad alimentaria de los consumidores europeos”.
Por último, desde UPA-UCE demandan que se diferencie el arroz extremeño por su calidad con respecto a otros arroces de dentro y fuera de Europa: “Necesitamos que se ponga en marcha una Ley de transparencia en el etiquetado que identifique el origen y los mecanismos de producción”, inciden. En este sentido, añaden que es necesario dotar de “mayor transparencia” porque el consumidor en muchas ocasiones “no sabe de dónde procede lo que está comprando ni tampoco en qué condiciones se ha producido”.
Asimismo, desde UPA-UCE aseguran que la acreditación de la calidad de nuestros productos es una “asignatura pendiente de nuestro campo”, por lo que reivindican la creación de una IGP (Indicación Geográfica Protegida) para el arroz extremeño.