El presidente de AVA-ASAJA, Cristóbal Aguado, califica esta situación de “inaceptable y bochornosa que, con toda seguridad, se traducirá en un nuevo incremento del abandono de tierras de cultivo”, al tiempo que insta a las Administraciones “a poner en marcha con carácter de urgencia algún mecanismo de intervención que atenúe la ruina que se cierne sobre miles de citricultores”.
En este sentido, el máximo responsable de la organización agraria criticó “el retraso de la Unión Europea en el diseño y puesta en marcha de la reforma de la Organización Común del Mercado (OCM) hortofrutícola, en la que precisamente debían contemplarse medidas como un régimen especial para retirada de mercancía ante situaciones tan problemáticas como la que estamos viviendo o ese seguro de mercado que desde AVA-ASAJA venimos reivindicando desde hace tanto tiempo”.
Considera también Cristóbal Aguado que “la ineficacia de los planteamientos comunitarios –en alusión a la nueva Política Agraria Común (PAC) recientemente aprobada– se ven reflejados cuando se presentan coyunturas de mercado adversas y desde Bruselas no son capaces de ofrecer ninguna respuesta satisfactoria”.
Una crisis por el aumento de la cosecha y la aparición de la ‘clareta’
Las causas que han desencadenado la dura crisis en la que se encuentra sumida la naranja Navelina son de variada índole. En primer lugar, es preciso mencionar el incremento del 19% de la cosecha de naranja respecto al ejercicio anterior, aunque el factor más novedoso que este año está teniendo una influencia extraordinariamente negativa en el desarrollo de los acontecimientos es el ataque generalizado y sin precedentes de una fisiopatía denominada “clareta”.
Si bien la “clareta” no afecta a la calidad interna de los frutos, sus efectos sobre la piel sí resultan muy notorios y desagradables, ya que provoca bultos, deformidades y protuberancias que hacen prácticamente imposible su comercialización en fresco.
Las dos circunstancias apuntadas han propiciado a su vez que el comercio y la gran distribución presionen los precios a la baja hasta situarlos en los niveles irrisorios en los que se encuentran actualmente. “Y lo que todavía es peor –subraya el presidente de AVA-ASAJA– esa tendencia negativa de las cotizaciones se está trasladando también a otras variedades”.
Por último, Cristóbal Aguado reclama al Gobierno central “que tome buena nota” de lo que está sucediendo este año en la citricultura valenciana y aplique una sustancial rebaja de los módulos tributarios.
“Los afectados por esta coyuntura –añade el máximo responsable de AVA-ASAJA– precisan de un tratamiento fiscal diferenciado y especial porque la evolución del clima, además de la tremenda incidencia de la “clareta”, ha provocado la aparición de otras patologías que, como sucede con el “rajado”, están causando graves trastornos”.