Además, China cada vez se interesa más por la alfalfa española, debido al incremento del precio en Estados Unidos, el principal competidor de España en el mercado internacional de este producto, motivado por sequías que han afectado a las zonas productoras en el país norteamericano.
Matías Llorente ha subrayado que el cultivo se mantiene, pese al descenso de la cabaña ganadera en España, gracias a que se exporta, a la vez que ha recordado que "es imprescindible" en ganado como el vacuno de leche, porque "es el único que aporta proteína natural".
Aunque al agricultor le puedan pagar entre 14 y 16 céntimos de euro el kilo de alfalfa, más el 7 por ciento de IVA, al ganadero le puede costar más de 22, un precio no demasiado asequible y más tendiendo en cuenta la crisis que arrastra desde hace varias campañas la ganadería precisamente por el aumento de costes.
El precio del forraje ya empacado, en pacas de entre 700 y 750 kilos, puede situarse en unos 225 euros por tonelada, según datos facilitados a EFE por fuentes de la Asociación Española de Fabricantes de Alfalfa Deshidratada.
El precio, han añadido, depende en gran medida del mercado internacional, en el que España compite principalmente con Estados Unidos