El comisario de Salud y Consumo, Tonio Borg, explicó que, según los cálculos del Ejecutivo comunitario, obligar a etiquetar el origen preciso de la carne aumentará entre un 10% y un 15% el coste de la producción.   

Tres opciones en función del coste económico


    Borg explicó que el informe elaborado por la CE sobre el asunto analiza tres posibles escenarios: mantener la indicación sobre el origen la carne como algo facultativo; indicar con carácter obligatorio si el producto procede de dentro o fuera de la UE y establecer el país exacto de origen.

    La primera opción es la más económica, mientras que la segunda y sobre todo la tercera, encarecerían progresivamente los precios del producto.

    El comisario subrayó además que el escándalo de la carne de caballo nada tuvo que ver con las normas vigentes de etiquetado, sino con un caso concreto de fraude.

    El ministro de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Miguel Arias Cañete, dijo durante su intervención que habrá que analizar "si la medida es proporcionada al objeto perseguido", e indicó que a España le preocupan las implicaciones para las pymes, para las autoridades de control y para el consumidor.

    El ministro griego de Agricultura, Athanasios Tsaftaris, cuyo país preside la UE este semestre, dijo al término del debate que el Consejo seguirá estudiando el tema, sobre la base de un informe de la Comisión Europea y de las posiciones expresadas por los Estados miembros. El asunto se seguirá tratando en grupos de Trabajo del Consejo, concluyó.

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