Ante la actual crisis del mercado de los fertilizantes, la Comisión Europea ha publicado la tan anticipada comunicación sobre los fertilizantes. Este documento se suma a las comunicaciones del mes de marzo, REPowerEU, y Seguridad alimentaria, que ya abordaban esta cuestión. Para el Copa y la Cogeca, la decepción es tan grande como las expectativas que albergaban: esta nueva comunicación no aporta respuestas concretas a los retos a los que se enfrentan los agricultores europeos.
Desde hace más de dos años, los precios de los fertilizantes utilizados en la agricultura se han disparado hasta alcanzar niveles nunca antes vistos en Europa. Los precios de los fertilizantes más importantes han llegado incluso a triplicarse en algunos casos, con un aumento que, en primera instancia, se vio impulsado por la recuperación económica posterior a la crisis de la Covid, y, posteriormente, forzado por la guerra en Ucrania a manos de Rusia. Las existencias de los agricultores europeos se van agotando con rapidez, al tiempo que los precios y la disponibilidad siguen representando una problemática a corto plazo, sobre todo en el actual período de presentación de solicitudes de cara a la primavera de 2023.
La cosecha de 2023 sufrirá las múltiples consecuencias de la escasez de fertilizantes, lo cual conllevará menores rendimientos, minará la calidad y tendrá repercusiones en la rotación de los cultivos, y llevará a un aumento de los precios al consumo y socavará la competitividad de las explotaciones europeas. Hoy por hoy, no hay ninguna otra región del mundo que se enfrente a un aumento de precios de tal magnitud.
«POR CUESTIONES IDEOLÓGICAS, LA CE SE NIEGA A DAR A LOS AGRICULTORES SOLUCIONES A CORTO PLAZO, PONIENDO EN RIESGO LA VIABILIDAD DE MUCHAS EXPLOTACIONES»
En este contexto, la comunidad agrícola europea esperaba dos respuestas políticas: una respuesta pragmática a corto plazo para amortiguar el impacto de las actuales perturbaciones internacionales y otra a medio/largo plazo para hacer frente a nuestra dependencia de las importaciones de fertilizantes y materias primas y a la falta de transparencia del mercado de los fertilizantes y asegurar una reducción sostenible de los fertilizantes sintéticos. «Como en anteriores comunicaciones, la Comisión da respuestas pertinentes para el medio/largo plazo, pero básicamente se queda corta a la hora de abordar los retos a corto plazo, asegura la organización europea.
Según declaró Christiane Lambert, la presidenta del Copa, «se vuelve a repetir la misma historia con esta nueva comunicación. Por cuestiones ideológicas, la Comisión Europea se niega a dar a los agricultores soluciones a corto plazo, poniendo en riesgo la viabilidad de muchas explotaciones. ¿Qué sentido tiene presentar una nueva comunicación si al fin y al cabo se van a presentar tan pocas propuestas? En definitiva, me cuesta entender la lógica de una comunicación de esta índole: para los objetivos a largo plazo, me parece que la visión de la Comisión está clara y se conoce desde 2019 con el lanzamiento de la estrategia «De la granja a la mesa». Las demás propuestas ya se explicaron en su momento en las comunicaciones del mes de marzo».
De forma concreta, el Copa y la Cogeca acogen con satisfacción el establecimiento de un observatorio del mercado de los fertilizantes, la puesta en marcha de un Consejo Europeo de Innovación sobre la agricultura resiliente, la mejora del acceso a los fertilizantes orgánicos, la gestión de los flujos de residuos y el apoyo que se da al «amoníaco verde». Sin embargo, se trata de medidas a largo plazo que no ayudarán a los agricultores a paliar los efectos a corto plazo de la falta de disponibilidad y poca asequibilidad de los fertilizantes.
A corto plazo, a la hora de abordar la actual alteración del mercado de los fertilizantes en Europa, resulta insuficiente el impulso de la Comisión por el cual busca que el Consejo adopte la propuesta de suspender los aranceles a la importación de urea y amoníaco, y el llamamiento a los Estados miembros para que apliquen las ayudas estatales y garanticen el acceso al gas natural a los productores de fertilizantes. El Copa y la Cogeca sugieren ampliar la suspensión de los aranceles a la importación a todos los fertilizantes nitrogenados y fosfatados.
Asimismo, la organización europea defiende que «se debería facilitar la logística de los fertilizantes y proporcionarse una mayor flexibilidad normativa. Esto incluye la suspensión de la aplicación del límite de 60 mg/kg de cadmio para los fertilizantes fosfatados, para permitir la entrega desde los países del norte de África (Marruecos) en lugar de Rusia, así como una exención con respecto a los límites establecidos por la Directiva sobre nitratos y la facilitación de las normas administrativas relacionadas con las importaciones. También lamentamos profundamente que no se haya simplificado el uso de fertilizantes de tipo RENURE [que es el nitrógeno recuperado a partir del estiércol] en la publicación que se ha emitido».
A entender de Ramón Armengol, el presidente de la COGECA, la comunicación también suscita preocupación con respecto a la falta de coherencia en todo este proceso: «En la comunicación, la Comisión ‘pasa la pelota’ a los Estados miembros a través de las ayudas estatales y los planes estratégicos de la PAC, lo cual podría dar lugar a distorsiones importantes en función de la reacción de los Estados miembros. Los fertilizantes constituyen un insumo clave para la agricultura, y no tener todavía una respuesta clara sobre este punto es sumamente preocupante. Esperamos poder dialogar brevemente con el comisario de Agricultura, Janusz Wojciechowski, para entender cómo pretende abordar de forma concreta el plan de la Comisión los problemas que surgirán a raíz de su comunicación».
Hiepa SA es buena,
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