La decisión adoptada permitirá a la UE ahorrar cada año 36 millones de euros. Gracias a la importante mejora de la situación del "mal de las vacas locas" en la mayoría de Estados comunitarios, la edad mínima de los animales a los que se realizan controles ha ido aumentando de manera progresiva desde 2009, desde los 30 a los 72 meses.

   Un informe científico de la Autoridad Alimentaria Europea publicado en octubre de este año estimó que, incluso si se suprimen los análisis del ganado sano en los mataderos, el resultado logrado por los métodos de control europeos es 50 veces superior al estándar que fija la OIE.

   Se espera que el nuevo régimen entre en vigor a finales del próximo marzo

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