La Asociación de Comerciantes y Envasadores de Miel (Asemiel-Animpa) ha advertido este miércoles 14 del «estancamiento» en el consumo de miel en España, con un 0,8 kilos al año per cápita, mientras que en otros países llega al kilo, según han indicado en un comunicado.
Las cifras anuales de consumo en los hogares españoles llevan estancadas en 18.000 toneladas de miel desde hace una década, de acuerdo con el Panel de Consumo Alimentario del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA), salvo en 2020, que escalaron a 19.556 toneladas, cuando la población aumentó la ingesta por la pandemia. Tal situación localiza el actual consumo per cápita en 0,8 kg al año, mientras que en Alemania -con más habitantes- llega a 1,0 kg al año.
Además, los consumidores de miel en España tienen un perfil cada vez más senior, de 50 años en adelante, según datos del MAPA, pues suponen el 71,4% de las personas que compran este alimento en nuestro país. Por su parte, los menores de 35 años sólo representan el 5,5%, pese a que un consumo usual de miel puede aportar ventajas en personas con un estilo de vida activo, han defendido
En este sentido, recuerdan que ayuda a contribuir a la formación normal de glóbulos rojos, disminuir el cansancio, regular la actividad hormonal y contribuir al funcionamiento normal del sistema inmunitario son algunos de los beneficios para la salud de las personas activas que ofrece la vitamina B-6, presente en la miel.
Pero un consumo habitual de miel también puede aportar energía, ya que es una fuente natural de carbohidratos, que contribuyen a la recuperación de la función muscular después de realizar trabajos físicos e intensos. Este efecto se obtiene al consumir hidratos de carbono de todas las fuentes en una ingesta total de 4 gr. por cada kg. de peso corporal, en dosis tomadas antes de transcurrir 4 horas (o, como máximo, 6) después de finalizar ejercicios físicos de gran intensidad.