En concreto, la propuesta de caudal ecológico del Segre ha contado con 35 votos a favor, 10 en contra y 20 abstenciones, mientras que la del Cinca aguas abajo de El Grado ha obtenido 33 votos a favor, 9 en contra y 24 abstenciones.

      Los votos en contra han procedido del sector hidroeléctrico (Acciona y Endesa, ya que el representante de Iberdrola ha informado favorablemente las propuestas), de los representantes de organizaciones agrarias y sindicatos, de las organizaciones ecologistas y de los partidos Chunta Aragonesista e IU.

      Los caudales ecológicos se definen en la Ley de Aguas como una restricción que se impone con carácter general a los sistemas de explotación, siendo una limitación ambiental en las concesiones existentes, y las propuestas técnicas elaboradas han buscado el equilibrio entre los usos y los objetivos medioambientales a cumplir.

     En el caso del Segre a su paso por Lérida se ha presentado para su validación una propuesta de caudales consensuada con el ayuntamiento que supone una asignación anual para caudales ecológicos de 145 hectómetros cúbicos anuales.

      Por su parte, la propuesta para el río Cinca aguas abajo de la presa de El Grado se ha tratado con colectivos de usuarios, en concreto regantes, hidroeléctricos y representantes de asociaciones de pescadores, y será verificable a través de cuatro estaciones de aforo y aplicable en cuatro tramos.

      Estos tramos son la estación en el río Cinca aguas abajo de El Grado, el río Ésera en la presa de Barasona, el río Cinca en el Puente de las Pilas y el Cinca desde el retorno de la acequia de Enate. En total, la asignación anual será de 131,16 hectómetros cúbicos para estos caudales.

Voto en contra de ASAJA Aragón

      Por su parte, el representante de usos agrícolas e industriales de ASSJA Aragón ha explicado el voto en contra en su intervención ante el Consejo, al asegurar que “seguimos en la misma línea de siempre, creemos que no es positivo empezar un nuevo ciclo de planificación fijándonos en intereses ambientales por encima de criterios sociales, económicos y agroindustriales, es decir el futuro de la alimentación. ASAJA cree que puesto que todos los usos pagamos la gestión del agua, todo aumento de caudal ecológico debe indemnizar a los usos perjudicados”, según señala en una nota.

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