Desde la Federación de Asociaciones de Mujeres Rurales de Castilla-La Mancha se participó de manera activa en la constitución del Consejo de las Mujeres celebrado en fechas recientes en Toledo en el Instituto de la Mujer, donde hay representación de las diferentes consejerías, la Universidad de Castilla-La Mancha, los partidos políticos con representación, sindicatos y asociaciones de mujeres.

En este Consejo se expusieron y debatieron las líneas estratégicas en las que este órgano puede influir de manera directa en la sociedad civil organizada de la región, con temas claves como la transversalidad, la promoción de la igualdad, la protección a las víctimas de violencia de género y la sensibilización, la educación y la concienciación.

Desde la organización feminista se propusieron diversas cuestiones como la situación en que se encuentra la implantación de la asignatura para la igualdad en los centros escolares de la región, y se ha incidido en la necesidad de que las acciones lleguen al medio rural, incluyendo los pequeños pueblos de menos de 500 habitantes, sobre todo las acciones enfocadas hacia los menores. Desde FADEMUR CLM recuerdan la importancia de que este tipo de sensibilización llegue al mundo rural.

Asimismo, durante la reunión del Consejo de las Mujeres, se abordó la modificación del decreto de orfandad por el cual se beneficiara a hijas e hijos de víctimas de violencia de género asesinadas en Castilla-La Mancha aunque actualmente residan en otra región donde no existen ayudas de este tipo.

Finalmente, desde FADEMUR se ha insistido en la necesidad de que la sociedad civil ratifique con urgencia el mensaje claro de que la violencia de género no debe ser absorbida por otros tipos de violencia.

«Es un mensaje claro que no debe distorsionarse ni permitir que nadie lo distorsione de manera intencionada. Hay que recordar que la violencia de género ejercida contra las mujeres. Todo acto de violencia basado en la pertenencia al sexo femenino que tenga, o pueda tener como resultado, un daño físico, sexual o psicológico para las mujeres, inclusive las amenazas de tales actos, la coacción o la privación arbitraria de la libertad, tanto si se produce en la vida pública o privada. Es una definición que no debe pasarse por alto ni permitir que haya distorsión al respecto pues es la definición de la ONU en su Resolución de la Asamblea General 48/104 de 20 diciembre de 1993. Por lo tanto es una realidad específica que debe ser así tratada más allá de la política y los gobiernos», señala la organización.

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