EFE.- Se trata de una modificación obligada por una directiva comunitaria, pero que el Ejecutivo ha aprovechado para "ir mucho más allá" en el sentido de aprovechar para simplificar los procedimientos administrativos.
La nueva regulación, según el Gobierno es "más garantista" en la protección frente a la contaminación ya que no se limitará sólo a la atmósfera y al agua, sino también al suelo y al subsuelo, es decir a las aguas subterráneas.
Para alcanzar un elevado nivel de protección del medio ambiente, la nueva regulación, con efectos en unas 6.100 instalaciones industriales como refinerías, cementeras o siderúrgicas, entre otras, supedita su puesta en marcha a la obtención de un permiso escrito, la Autorización Ambiental Integrada (AAI).
La norma será debatida para su aprobación en el seno de la Comisión de Medio Ambiente, que tiene competencias legislativas plenas.