Desde la Izquierda Plural, su portavoz José Luis Centella, ha anunciado que los once diputados del grupo se sumarán a los paros y estarán donde creen que deben estar, que es en la calle con los trabajadores.

El PSOE, que apoya la convocatoria, no secundará la huelga como grupo parlamentario porque entiende que los diputados son representantes de un poder del Estado, el legislativo, aunque retendrán el sueldo de sus diputados para donarlo a una organización humanitaria.

Respecto a los trabajadores y funcionarios del Congreso, la Secretaría General de la Cámara Baja ha dictado unos servicios mínimos del 23 por ciento, algo superior a los fijados en la anterior huelga general.

Los servicios mínimos para atender "tareas esenciales" afectan a ujieres, taquígrafos, conductores y personal técnico y administrativo, en total unos 120 trabajadores de los más de 500 que componen la plantilla de la Cámara.

En la orden del Congreso se establecen los puestos concretos que deberán prestar servicios mínimos durante la jornada de paro, como un conductor al servicio del presidente, Jesús Posada, o un ujier por turno para atender su despacho.

El Senado también ha establecido unos servicios mínimos que afectan a 84 de las 335 personas que trabajan en la Cámara, lo que supone un 25,07 por ciento del total, en una jornada en la que se celebra pleno y una reunión de los órganos de dirección de la Comisión de Agricultura.

La jornada de huelga coincide además con una nueva convocatoria del 25S en la que invitan a "trabajadores, parados, desahuciados, jóvenes sin futuro y pensionistas" a acudir a la plaza de Neptuno por la tarde y pasar allí la noche hasta el día siguiente.

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