El pleno del Congreso ha aprobado este martes 23 el proyecto de ley de los bomberos forestales, una norma prioritaria para el Gobierno, que dignifica y homogeneiza las condiciones laborales de este colectivo entregado a combatir los incendios forestales, una lacra especialmente cruenta en verano.

En la votación llevada a cabo a última hora de la tarde tras la sesión extraordinaria en el Congreso de los Diputados, los dos proyectos de ley han salido adelante gracias a los votos del Partido Socialista y sus socios de Gobierno, sin ningún voto en contra y con las abstenciones del Partido Popular y Vox.

MUESTRAS DE AGRADECIMIENTO

Durante la sesión, a la que han asistido bomberos y agentes forestales, han sido constantes las muestras de agradecimiento de los parlamentarios hacia ambos colectivos, encargados de mantener el medio natural sin reconocimiento previo de la peligrosidad y penosidad de su trabajo, y que ahora con estas leyes se hace justicia.

Asimismo, los diputados han hecho un recuerdo y homenajeado a todas las víctimas de los fuegos forestales en el transcurso de los últimos años.

En el caso de los bomberos forestales, la futura normativa establecerá una adaptación más adecuada del tiempo de trabajo del colectivo, una de las demandas más reclamadas, con la finalidad de regular jornadas más limitadas para estos profesionales que se exponen a horarios que parecen no tener fin, cuando las llamas son muy virulentas.

Asimismo, la Ley de los Bomberos Forestales reforzará también el reconocimiento de enfermedades laborales y reconoce a todo el colectivo la aplicación del decreto de jubilación anticipada de los bomberos al servicio de las administraciones y organismos públicos.

También la normativa regulará la definición de funciones que además de la extinción puede, de forma complementaria y en su caso, incluir prevención, detección, vigilancia, labores de información a la población, así como de apoyo a las contingencias en el medio natural y rural.

Con respecto a los agentes forestales y medioambientales, la norma establecerá por primera vez un marco jurídico que defina su estatus y tareas relativas a la custodia y vigilancia de la naturaleza, además de riesgos laborales, asistencia jurídica, formación, igualdad de género y la mejora de los coeficientes reductores para la jubilación.

También, se establece un régimen jurídico básico de las personas funcionarias con condición de agentes forestales y medioambientales, sin perjuicio de su dependencia y denominación corporativa específica que establezcan las respectivas administraciones de las que dependan.

Se estima que las dos leyes quedarán definitivamente aprobadas en septiembre, tras los proyectos de ley del Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico que salieron del Consejo del Ministros el pasado marzo por segunda vez, después de decaer en la pasada legislatura debido a la convocatoria de elecciones anticipadas del 23 de julio.

UN DÍA HISTÓRICO

En el debate previo a la votación de esta Ley de los Bomberos Forestales, el diputado socialista José Luis Aceves, ha hecho hincapié en que se trata de un «día histórico» y aunque ha recordado el retraso de un año en la tramitación de estas leyes, el Gobierno central no ha olvidado a estos colectivos, porque «cuidamos a los que nos cuidan», ha dicho.

Aceves ha referido que «quien vote a favor de esta ley defenderá este servicio básico y esencial en nuestro país, a los que se queman la bota y se juegan la vida, y lo demás será barro, fango» y ha insistido en que el Partido Socialista «una vez más, va a reconocer socialmente y a visibilizar el servicio que prestan los bomberos y las bomberas forestales de este país».

Desde el Grupo Popular, Rosa Quintana ha asegurado que la ley de los agentes forestales es «necesaria pero llega tarde y resulta oportunista», y ha criticado que el Gobierno haya tenido limitada la actividad del Congreso durante 6 meses y «ahora someten a estos proyectos a debate en periodo extraordinario, sabiendo que, con suerte, se aprobará en septiembre».

Respecto a la ley de los bomberos forestales, el también diputado popular Tomás Cabezón ha reprochado al Gobierno su escasa preocupación hacia este sector, para lamentar que se trata de una ley muy mejorable en la que falta «más prevención y modernización» y un análisis de fondo.

La diputada Júlia Boada, de Sumar, ha incidido en que se va a aprobar una ley trabajada que preserva la naturaleza y que da respuesta a los retos a los que se enfrentan los agentes forestales, quienes encaran uno de los mayores retos al que debe responder como humanidad: la emergencia climática.

Para Oscar Matute de EH Bildu, es necesario apostar por la preeminencia de los agentes forestales y ha añadido que en el texto debería haber quedado más claro el papel que desempeñarán: «Se tenía que haber apostado más por darles un papel fundamental en las medidas cautelares y no solo en las previas».

Asimismo, Matute ha afirmado que su partido apoyará la ley sobre bomberos forestales «porque mejora la situación actual aunque queda lejos de la mejora integral efectiva y total que la unidad de acción demandaba con respecto a los bomberos forestales».

Desde Vox, Patricia Rueda, se ha preguntado ¿cuántas vidas tienen que perderse para que se redacten leyes efectivas que garanticen la seguridad de quienes extinguen las llamas? y ha matizado que la ley de agente forestal reconoce la situación laboral del colectivo, pero es «ampliamente mejorable».

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