Las previsiones se han cumplido y Aragón mantiene su producción de cereal de invierno. En esta campaña se han cosechado 2,82 millones de toneladas. Una cifra que se sitúa entre una de las mejores de los últimos ocho años. No obstante, existe un descenso del 9% respecto a la campaña histórica de 2020.
Datos que Red Arax ha presentado este jueves en rueda de prensa con la publicación del segundo Dossier de Cultivos del Cereal de Invierno 2020/2021. Se trata de un exhaustivo informe elaborado con los datos obtenidos en las 8.175 parcelas de ensayo (8.000 son microensayos de la Red Genvce y empresas colaboradoras, y 175 son de las cooperativas) que la Red Arax tiene distribuidas por todo el territorio.
“Son buenos datos de cosecha que vienen unidos también a un manejo adecuado, al uso de variedades nuevas y por supuesto a la utilización de semilla certificada”, destacó el responsable de Innovación de Cooperativas Agro-alimentarias de Aragón, Jesús Abadías. La apuesta por variedades más adaptadas al territorio permite que los cultivos tengan mejor sanidad durante todo su ciclo.
Además, este año la climatología ha beneficiado al cereal de invierno. La nieve que dejó la tormenta Filomena en el mes de enero junto a las precipitaciones de abril y mayo han contribuido a mejorar las calidades y los pesos específicos.
“El pedrisco afectó en Aragón a 30.000 hectáreas cultivadas. Sin embargo, las lluvias de este año han contribuido a tener una buena cosecha”, apuntó el jefe de Cultivos Herbáceos del Centro de Transferencia Agroalimentaria del Gobierno de Aragón, Miguel Gutiérrez. “Hay que resaltar que la provincia de Teruel tiene, junto con el año pasado, las mejores producciones de los últimos seis años”, añadió Gutiérrez.
Los regadíos de la provincia de Huesca, a diferencia de 2020, han tenido una producción homogénea y buenos rendimientos. No obstante, el secano oscense y zaragozano han sufrido la escasez de lluvias.
AUMENTO DEL TRIGO BLANDO Y DURO
Los resultados obtenidos este año reflejan un descenso de la superficie dedicada a la cebada en Aragón. En esta campaña se han cosechado 441.749 hectáreas. Es decir, 36.903 menos que en 2020. “Y el motivo viene provocado por el aumento del trigo blando y duro”, señaló Miguel Gutiérrez. “Los agricultores tomaron la decisión de apostar por trigo buscando su mejor rentabilidad”, añadió Gutiérrez quien apuntó que la decisión “fue acertada porque este año el precio es incluso un poco más alto que respecto a 2020”.
El trigo blando abarca este año 188.878 hectáreas con una producción de 719.836; y el trigo duro ha tenido un pequeño repunte de superficie con 69.387 hectáreas. Además, y como consecuencia de la estabilidad climática, la vitrosidad de este cultivo ha sido muy alta y refleja la gran calidad obtenida.
LA AVENA, UN ALTERNATIVA PARA EL SECANO
La avena es un cultivo que destaca por su resiliencia, rusticidad y adaptación a tierras de secano. Hoy se trabajan 25.935 hectáreas en Aragón y el mayor porcentaje de campos se encuentran en la provincia de Teruel. Una superficie que se ha estabilizado y que se presenta como una alternativa rentable para el secano aragonés.
“Los rendimientos este año siguen siendo buenos. Han bajado respecto a la campaña histórica, pero están por encima de la media”, apuntó en rueda de prensa el jefe de Cultivos Herbáceos del Centro de Transferencia Agroalimentaria del Gobierno de Aragón. “Hay que destacar que se están abriendo nuevos mercados y hoy en día se trabaja con empresas que fabrican copos para consumo humano”, añadió Miguel Gutiérrez.
En la rueda de prensa se contó también con la presencia con el director de Cajamar en Zaragoza, Domingo Borruel. Una entidad que colabora con Red Arax desde el 2019. “Nos une una doble pasión. Pasión por la agricultura, y por la difusión del conocimiento. O como nos gusta decir a todos, por la transferencia”, señaló Borruel quien resaltó el valor y el peso que este dossier tiene para todo el sector. “Desde el productor a la empresa cooperativa y la comercializadora, pasando por la industria de transformación”, añadió.