"Este caudal está alejado de cualquier tipo de planificación voluntarista del Gobierno", han indicado desde el gabinete de Arias Cañete en respuesta a la petición catalana de que la cantidad llegue hasta los 7.000 hectómetros cúbicos.

    En esta misma línea, Medio Ambiente ha rechazado que este sea "un tema político" y ha reiterado que los caudales ecológicos fijados en este plan se han definido con criterios científico-técnicos, tras analizar más de un centenar de estudios realizados sobre caudales ecológicos en el tramo, y que estos caudales mínimos son coherentes con la realidad física del río Ebro. Entre ellos, ha dicho, unos asumidos por la Agencia Catalana del Agua y acordados por el Parlamento de Cataluña.

Una cuenca supra-autonómica que preocupa al Estado

   El Ministerio ha hecho hincapié igualmente en que, al tratarse de una cuenca supra-autonómica, el Estado debe velar por su buen estado ecológico y por atender las necesidades de las poblaciones que se abastecen de la cuenca. "Por tanto, el Ministerio es el primer interesado en la buena conservación del Ebro, cuya gestión le corresponde y fija los caudales ecológicos que los mejores estudios aconsejan para el Ebro", ha argumentado.

   El acuerdo del Plan Hidrológico del Ebro aprobado este viernes, ha señalado Medio Ambiente, es fruto del "enorme esfuerzo" que está llevando a cabo el Gobierno para poner al día España en su planificación hidrológica, "un trabajo que debería haberse concluido en diciembre de 2009 y que en apenas dos años ha experimentado más impulso que en los últimos 14 años".

   Finalmente, el Magrama ha recalcado que el Delta del Ebro "es y seguirá siendo" una de las "prioridades" del Ejecutivo y ha reclamado la colaboración de las Comunidades Autónomas y partes implicadas para la consecución de un plan "mucho más ambicioso que el actual, que atiende todas las necesidades existentes y con un caudal ecológico que nunca antes había sido reconocido en un Plan Hidrológico".

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