EFE.- Según han informado a Efe fuentes del Gobierno de Aragón, el caudal ya ha descendido aguas arriba, en Zaragoza se ha estabilizado con una tendencia clara a la baja y la punta de la crecida se encuentra entre Pina y Gelsa, también estabilizada.
Se espera que el Ebro recupere su estado en un máximo de 48 horas y la crecida, considerada finalmente como ordinaria, no ha causado grandes afecciones salvo inundación de campos de cultivo, según las mismas fuentes.
Entre esas afecciones, esta madrugada, en torno a las 03.00 horas, han comenzado a inundarse campos de alfalfa y trigo en Villafranca de Ebro, entre 200 y 300 hectáreas, porque las aguas "han brincado" o han causado alguna rotura en la mota, según ha informado a Efe su alcalde, Roberto Conzález.
"Que se deje limpiar el río para que vayáis en barco los de Zaragoza y que no se nos deje dragar el río para que los agricultores podamos vivir dignamente, nos parece vergonzoso", ha lamentado Conzález.
También en el Burgo de Ebro las principales afecciones se han producido en campos de cultivo, entre 400 y 500 hectáreas anegadas, aunque también se han inundado los garajes de algunas viviendas, y en Pina de Ebro sólo se ha inundado la huerta y los vecinos están tranquilos porque el casco urbano no está amenazado, han apuntado a Efe sus respectivos alcaldes, Miguel Angel Girón y María Teresa Martínez.
Esta mañana, han precisado fuentes del Gobierno de Aragón, se ha decidido retirar el puesto de mando avanzado de Protección Civil en Boquiñeni, si bien se mantiene el nivel de preemergencia por si fuera necesario tomar medidas extraordinarias.
El aumento del caudal del Ebro en Zaragoza no ha causado intervenciones relevantes por parte de los bomberos y hoy habrá una nueva evaluación para determinar si los vecinos desalojados el pasado domingo de una urbanización de chalés del barrio de Movera pueden regresar a sus casas.
Según las mismas fuentes, se prevé un descenso de las aguas más rápido del inicialmente estimado y que el Ebro recupere su estado en un máximo de 48 horas, así como que no haya nuevas afecciones por las próximas nevadas, porque irán acompañadas de un frío intenso, lo que evitará un rápido deshielo.
La presidenta de Aragón, Luisa Fernanda Rudi, visitó ayer las zonas afectadas por la crecida del Ebro en los municipios de Pradilla de Ebro, Gallur, Boquiñeni y Alagón, y destacó que el Gobierno autonómico valora cómo puede intervenir en el río pero "cumpliendo la legislación estatal en materia medioambiental".