Poco a poco, provincia a provincia, por los mismos motivos de siempre pero cada una con un lema distinto, el campo se mueve y no tiene intención de parar mientras no se solucionen los problemas que padecen. Este lunes hubo concentración en Moguer (Huelva) el día 15 se ha convocado una protesta unitaria en la capital andaluza (el día 9 habrá otra en Málaga) y en Castilla-La Mancha Asaja ha dado por finiquitado el periodo de espera y ha decidido reanudar las movilizaciones que se paralizaron en marzo de 2020.
El primer gesto de que el campo se mueve esta semana, porque lleva ya movilizándose desde hace tiempo, se ha visto en Moguer, donde unos 60 agricultores y ganaderos de las cooperativas y comunidades de regantes de la provincia de Huelva han secundado este lunes en Moguer (Huelva) la concentración convocada por la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA Huelva) para reivindicar «unos precios justos» y «un trato digno». Esta protesta ha durando en torno a una hora y el número de participantes se ha visto reducido a los representantes de los colectivos por motivos sanitarios debido a la pandemia, según han indicado desde UPA.
De este modo, el secretario general de UPA Huelva, Manuel Piedra, ha señalado que entre las reivindicaciones realizadas se encuentra la petición a las administraciones de la defensa del sector de los frutos rojos que, aseveran, es «blanco de difamaciones y descalificaciones» por parte de quienes «tienen intereses económicos en crear un ambiente hostil en la campaña y en deteriorar el prestigio que los frutos rojos tienen en Europa».
CONVOCATORIA UNITARIA EN SEVILLA CONTRA LA CONVERGENCIA BRUSCA DE LA PAC
También el campo se mueve de la mano de las organizaciones representativas del sector agrario de Sevilla –ASAJA, COAG, UPA y Cooperativas Agro-alimentarias– que han convocado a los agricultores y ganaderos sevillanos a participar en la concentración que celebrarán en la plaza de España de Sevilla el próximo 15 de abril en contra de la convergencia brusca de la PAC.
Las organizaciones convocantes piden la retirada del Real Decreto 41/2021 de Convergencia de la PAC para 2021 y 2022, por el que 80.000 agricultores andaluces perderán al menos un 10% de sus ayudas de la PAC en dos años, y la mitad de ellos, 40.000, sufrirán pérdidas de entre el 20% y el 50% de los importes; y en el caso concreto de la provincia de Sevilla el 60,5% de los agricultores verán reducidos sus importes. De ellos, 9.200 perderán más de un 10% y en torno a 3.900 perderán por encima del 20%.
El Real Decreto 41/2021 supone la antesala de la reforma que comenzará a aplicarse a partir de 2023, todavía en fase de negociación, en la que se pasará de las 50 regiones actuales, reconocidas en la reforma 2014-2020 (por la gran diversidad agrícola y ganadera de España y de Andalucía) a las 5 o 7 que prevé el Ministerio, que impulsa un modelo de tasa plana que persigue eliminar los derechos nominativos de los agricultores y permitir la entrada en el régimen de ayudas de superficies que, salvo excepciones, nunca han producido.
Se trata de un cambio brusco, no exigido en estos términos por la Comisión Europea, y que en el peor de los escenarios puede conllevar pérdidas de alrededor del 50% de los 1.300 millones de euros que reciben actualmente (entre pago básico y pago verde) los más de 232.000 perceptores de Andalucía. Sin olvidar que entre 54.000 y 120.000 de esos perceptores pueden quedar fuera del sistema de ayudas. En la provincia de Sevilla los efectos de este brusco giro provocarían pérdidas de más de 180 millones de euros.
Las pérdidas afectan en mayor medida a aquellos profesionales que más han invertido -en regadío, tecnología, maquinaria, mejora de explotaciones y/o formación- y que son los que han generado unos derechos más altos.
La propuesta es muy perjudicial para la primera región agraria de España, en la que se hallan el 34% de los perceptores de ayudas PAC y que aporta el 37% del Valor Añadido Bruto (VAB) agrario a la economía de España, y en la que este sector da empleo a más del 8% de la población ocupada andaluza (más del doble que la media nacional).
Todos estos desajustes se producen en un contexto en el que siguen sin solución la mayor parte de los problemas que hace ahora un año llevaron al sector agrario a las carreteras. Tal como denuncian las organizaciones convocantes los agricultores y ganaderos siguen sin contar con las medidas que les permitan reducir sus costes, siguen con los precios de sus producciones por los suelos, siguen soportando la especulación y la falta de equilibrio de la cadena agroalimentaria así como la competencia desleal derivada de la entrada de productos de terceros países sin ningún control. Y además están sufriendo, cada vez con mayor frecuencia, ataques continuos e injustificados hacia su actividad.
Las organizaciones agrarias convocantes de esta movilización en Sevilla rechazan el Real Decreto 41/2021 de convergencia, por ser innecesario, porque condiciona el futuro de muchos agricultores y ganaderos en Andalucía y en Sevilla, y porque determina claramente las negociaciones de cara a la nueva PAC, y por tanto, solicitan al Ministerio de Agricultura su retirada para continuar con el ritmo de convergencia paulatino que se había acordado para el periodo actual.
ASAJA CLM RETOMARÁ LAS MOVILIZACIONES Y HABLARÁ CON EL RESTO DE ORGANIZACIONES
Por su parte el campo se mueve también en Castilla-La Mancha, donde ASAJA CLM ha acordado este lunes 5 en la reunión mantenida por su Comité Ejecutivo reanudar las movilizaciones que se paralizaron en marzo de 2020, con motivo de la declaración del estado de alarma por el coronavirus.
Los dirigentes de la organización agraria han constatado que, a pesar de haber transcurrido un año desde las protestas, las Administraciones no han dado respuesta al sector, lo que ha generado que la situación crítica que venía atravesando se haya acrecentado.
Por este motivo, la organización agraria ha constituido una mesa de trabajo que se reunirá en los próximos días para decidir los principales puntos reivindicativos y definir las actuaciones que se llevarán a cabo, el funcionamiento y las fechas de las mismas.
En cualquier caso, desde ASAJA CLM ya se ha avanzado que la tabla reivindicativa girará en torno a revertir la posición del agricultor en la Ley de la cadena agroalimentaria, la defensa del sistema productivo frente a las limitaciones existentes o la gestión eficaz del agua, además de medidas estructurales y de mercado que garanticen unos precios por encima de los costes de producción en cualquier sector agrícola o ganadero.
La organización ha anunciado también que transmitirá a los dirigentes del resto de organizaciones agrarias el acuerdo adoptado invitándoles a secundar una unidad de acción, si así lo consideran, con el fin de exigir medidas contundentes que saquen al sector de la amenaza constante a la que está sometido.
ASAJA Castilla-La Mancha ha señalado que, después de que haya quedado demostrado el carácter esencial del sector agrícola y ganadero durante la pandemia, ahora toca que deje de sentirse amenazado y ocupar la posición que se merece en la cadena agroalimentaria. El campo se mueve por toda España.
Si en Andalucía estamos 232.000 perceptores de ayudas y son 120.000 los que sufrirán pérdidas con la convergencia no puede quedar lugar a dudas de que serán más los beneficiados por este equilibrio económico en las ayudas que los perjudicados, es matemática pura y dura. Que haya 40.000 cuyos ingresos se vean mermados entre el 20 y el 50% viene a decir que hay muchos más que estarán en el umbral mínimo perceptivo, ésto es el 60% de la ayuda media a que la Junta de Andalucía les llevó con una convergencia lenta de 5 años que acabó en 2020. El ejemplo práctico lo tenemos en un olivar de montaña de secano en Jaén que recibe 246 euros de ayuda , a los que hay que sumar un 50%, aproximadamente, de pago verde, lo que supone un total de 369 euros/Ha. y año. Para «sufrir» un varapalo del 50% en la asignación de ayuda como tendrán algunos hay que calcular cifras estratosféricas en cuanto a pagos, se me ocurre pensar en unos 700 euros derecho pago básico mas 350 pago verde, con lo que el montante que cobraría este afortunado sobrepasaría los 1000 euros hectárea. ¿Es justo que el que está en lo más alto del ranking, con olivar de riego, producción abundante garantizada y muchos posibles siga regodeándose de dinero mientras el humilde y sufrido agricultor de la España vaciada continúa hundiéndose en la miseria? Ese sería un ejemplo práctico donde el que tiene cartera abultada pretende que la convergencia en dos años «condiconaría el futuro de agricultores y ganaderos y determinará claramente las negociaciones de cara a la nueva PAC». Pues desde mi punto de vista y con todo el respeto del mundo, permítanme discrepar. Primero una convergencia justa y necesaria: no vamos a emplazarla a ninguna parte, puesto que si la nueva PAC de 2023 viene con otras cifras y otras regiones será imposible que se llegue a producirse convergencia alguna. Utilizar como excusa ese emplazamiento aplazado es falsario e interesado por los que perciben altas ayudas y no pone el dedo en la llaga, cual es que una reestructuración tan drástica de regiones para dar cabida a terrenos improductivos o cultivos cuyo arranque fue subvencionado (acuérdense de los viñedos) sólo podrá producir una debacle en la ya frágil economía de la agricultura que fija vida en las zonas desfavorecidas. No es lo mismo un olivar superintensivo cuyo trabajo lo hacen todo las máquinas que uno con más de un 20% de inclinación que genera más trabajo y supone menos beneficios. Se cansa uno del mensaje interesado de fariseos y agricultores de salón que se han permitido mercadear con los derechos o especular con ellos mientras la agricultura más humilde quieren dejarla en el más absoluto de los olvidos. Pues NO. Ya está bien de hipocresía. Para una vez que el ministerio hace algo bien, lo digo porque no me parece justo que estén cobrando ayudas cuantiosísimas de por vida unos y otros con la nimiedad que se les asigna no tengan ni para cubrir gastos de jornales, hay que aplaudir ese real decreto y dejarse de plañideras interesadas que sólo buscan seguir llenando sus bolsillos. Negocien, sí, pero la PAC de 2023. Pongan toda la carne en el asador para luchar por la diversidad y el reconocimiento de la pluralidad del campo andaluz y español y no se dejen embaucar por una tasa plana arbitraria, injusta y retrógada, pero, por favor, llamen a las cosas por su nombre. Duele sobremanera ver a los supuestos representantes de los agricultores arrimar el ascua a su sardina y ver cómo dejan en el despropósito al agricultor humilde que, en muchas ocasiones, no está afiliado a ninguna asociación agraria ni, para lo que percibe, tiene tiempo de leer entrelíneas la que se le avecina.
De acuerdo con tu comentareo, pero defiendes la convergencia dentro de andalucia pero no dentro de españa, lo que no es logico tampoco,hay cerealistas por ejemplo en teruel con rendimientos reales iguales a los de andalucia que cobran menos de la mitad , eso tampoco es de justicia,es mas ,yo defiendo que la covergencia sea no a nivel nacional ,sino a nivel europeo, sino ,de politica agraria europea no tiene nada en el reparto de ayudas , solo en el mercado comun.y eso tampoco es de justicia.compites con un frances que cobra como 3 veces que tu y tiene un rendimiento tambien triple, estan ayudando mas al que menos le hace falta.