«Los caballos salvajes, también conocidos como bestas, son indispensables para conservar la biodiversidad de las montañas de Galicia». Así lo determina el artículo científico Changes in management shape the spatial ecology of wild ponies in relation to habitat conservation publicado en la revista Biodiversity and Conservation y firmado por Laura Lagos y Jaime Fagúndez, investigadores del grupo Biocost del Centro Interdisciplinar de Química e Bioloxía (CICA) de la Universidade da Coruña (UDC), quienes aseguran que los cambios en el sistema de manejo de los caballos salvajes que alteren su comportamiento natural «pueden limitar su efecto positivo sobre la biodiversidad«. El trabajo de los investigadores alerta de que la desaparición del sistema tradicional «podría desembocar en un problema ambiental de gran magnitud» en Galicia.
«Los espacios abiertos de las montañas de Galicia están cubiertos, en gran parte, por hábitats naturales reconocidos por la Unión Europea y su existencia y pervivencia depende de la presencia del caballo salvaje», destaca el informe científico, que recuerda que el caballo salvaje es el gran herbívoro mejor adaptado al aprovechamiento de brezales y turberas, dos de los hábitats con mayor interés por su biodiversidad en Galicia. Laura Lagos y Jaime Fagúndez explican que «a través de la dieta, el caballo salvaje limita el desarrollo de la vegetación y favorece que sobrevivan especies de plantas sensibles».
Los investigadores de la UDC señalan que el manejo tradicional permite que los caballos vivan libres en el monte. Siendo reunidos solo una o dos veces al año en el curro o, también denominada, rapa das bestas. Este manejo supone que los caballos mantengan áreas de campeo amplias y que apenas se solapan con las de las manadas vecinas y, por lo tanto, suponen una presión suave sobre los hábitats. Los autores de Changes in management shape the spatial ecology of wild ponies in relation to habitat conservation indican que «cambios en el manejo de los caballos salvajes que limiten su comportamiento natural pueden provocar un efecto negativo e irreversible en la biodiversidad».
El artículo de los investigadores de la UDC publicado en Biodiversity and Conservation demuestra que cuando se pierde la forma tradicional del manejo de las bestas y se transforma hacia un sistema con mayor intervención «se afecta el uso del espacio de las manadas de caballos y, en consecuencia, a la conservación de los hábitats». Pero ¿cuáles son esas nuevas prácticas que están alterando el comportamiento de los grupos de herbívoros? «La construcción de cierres que limiten en exceso el uso libre del espacio, la rotación forzada para intensificar el aprovechamiento y la transformación de la vegetación natural en praderas de pasto mejoradas», aseguran afirman Laura Lagos y Jaime Fagúndez.
¿Qué consecuencias genera la intensificación en el manejo de estos équidos en las montañas de Galicia? Los investigadores de la Universidade da Coruña lo tienen claro: «Las manadas de caballos tienen mayor tamaño pero ocupan menos superficie de campeo». Además, «se produce un desequilibrio en la organización espacial de las manadas, provocando un solapamiento entre ellas y aumentando la presión por herbivoría (consumo de plantas)».
El estudio científico Changes in management shape the spatial ecology of wild ponies in relation to habitat conservation presenta datos recogidos por los investigadores durante el proyecto Life in Common Land, financiado por la Unión Europea a través del programa LIFE, y en el que participa la Deputación de Lugo, como socio coordinador, y las Universidades de Santiago de Compostela y A Coruña.
UN TRABAJO DE CINCO AÑOS EN SERRA DO XISTRAL
Este proyecto tuvo una duración de cinco años, se desarrolló en el espacio Red Natura 2000 Serra do Xistral, en el norte de la provincia de Lugo. El equipo de investigadores impulsó acciones de apoyo en las comunidades de montes para favorecer las buenas prácticas asociadas al ganado y los caballos salvajes y promover sus efectos positivos sobre la biodiversidad de esta zona geográfica.
El trabajo también presenta datos recogidos en el marco del proyecto del Grupo Operativo de Innovación Soluciones innovadoras para la gestión y valorización del sistema tradicional de caballos salvajes en el monte FEADER 2017/049B, cofinanciado por el Fondo Europeo Agrícola de Desenvolvemento Rural, que se desarrolló en los Montes de Sabucedo, en Pontevedra.
Los científicos marcaron 29 yeguas en O Xistral y Sabucedo, aprovechando la captura de los animales que realizan sus propietarios en los curros anuales, que suelen suceder en los meses de verano. ¿En qué consistió el método de trabajo para la toma de datos?
«El dispositivo GPS instalado permite observar la posición de cada animal a intervalos de una hora y, observándolos sobre el terreno, se identifica la manada a la que pertenecen», explican Lagos y Fagúndez, quienes indican que «el seguimiento durante un año permitió recabar miles de datos analizados después con sistemas de información geográfica».
«Los caballos salvajes son un patrimonio único de Galicia muy arraigado en el entorno rural; su valor cultural, etnográfico, histórico y ecológico está directamente relacionado con la conservación de la biodiversidad» de las montañas de Galicia, destaca el trabajo de investigación, que, a modo de conclusión, alerta que la desaparición del sistema tradicional de manejo de las manadas «podría suponer un problema ambiental de gran magnitud».
No existe ninguna biodiversidad en un inmenso tojar que se extiende, cordal tras cordal, hasta el horizonte. Y que es mantenido con quemas salvajes e incontroladas año tras año para alimentar caballos que carecen de gestión ganadera alguna, en un aprovechamiento oportunístico para unos pocos que se dicen ganaderos y que desperdicia la potencialidad productiva del territorio (ver datos de produccion de caballos en España). La intensificación de uso para generar buenos pastos concentrados es la mejor noticia para que el resto del territorio se regenere a superficie forestal productiva o conservadora, de acuerdo a su pontencialidad ecológica. Señores el accidente asturiano y grandes zonas de Galicia están cubiertas de tojar y matorral porque los «ganaderos» del caballo los queman todos los años, si no habría robledales que son su vegetación potencial.