Según Ligero, estas botellas eluden indicar "brandy" en el etiquetado, pero sí le inducen a confusión porque utilizan presentaciones gráficas y fonéticas similares a las utilizadas en las de brandy de toda la vida -el que sí apuesta por el alcohol vínico como materia prima-; y, en muchos casos, la leyenda "bebida espirituosa" aparece con formatos de letra muy reducidos.

No mencionan la palabra ‘brandy’ por lo que son legales "pero poco ético"


    La venta de este tipo de bebidas espirituosas que simulan ser brandy es absolutamente "legal", pero, a su juicio, "poco ético".

    Y acusa a los asociaciones representativas del sector de no hacer nada para impedir la devaluación del producto, en un momento en el que el brandy auténtico se está revalorizando en otros países, como los emergentes, donde pugna con el cognac francés y se revela como alternativa española.

    En España, y ante la caída del consumo en los últimos años, Ligero cree que los fabricantes jerezanos "han perdido la ilusión" por el brandy, porque quizás obtienen más márgenes con otras bebidas de alta graduación: ron, ginebra o whisky.

(Foto: Archivo)

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