Por tanto, lleva al menos el 45 % de grasas monoinsaturadas, gracias al aceite de oliva virgen extra, lo que entronca con el objetivo de sus impulsores de lograr un alimento más saludable y prevenir las enfermedades cardiovasculares.
Cooking LAB trabaja en la búsqueda de aplicaciones del aceite de oliva y subproductos del olivar en industrias cárnicas y fabricantes de salsas o repostería y "la verdad es que los resultados son esperanzadores", lo que podría derivar en nuevos lanzamientos.
Colaboración de Citoliva
Cuenta con el respaldo de Citoliva -que impulsó el proyecto en 2010 con el apoyo de los gobiernos central y andaluz-, una entidad sin ánimo de lucro que aglutina a 28 patronos entre empresas, asociaciones, organizaciones sectoriales o centros de investigación y entidades de diverso tipo.
Según sus responsables, se ha situado a la vanguardia de la investigación alimentaria en España y es el laboratorio experimental de las principales empresas agroalimentarias.
"Trabajamos en el desarrollo de productos novedosos que puedan llegar al consumidor con un efecto saludable" y, especialmente, lo hacen con compuestos fenólicos que puede utilizar la industria alimentaria para mejorar el perfil nutricional y organoléptico de los productos, ha añadido Aguilera.
El espacio está dotado de infraestructuras tecnológicas y de innovación avanzadas y también persigue mejorar la competitividad de las empresas del sector agroalimentario, según reza el proyecto.
"Creo que cualquier alimento o plato que incorpore un buen aceite de oliva virgen extra siempre se enriquecerá", ha indicado Aguilera, quien también ve interesante incluir el ingrediente obtenido de los olivos andaluces con los lácteos, como el yogur.
Las biomoléculas del aciete aportan valores sensoriales y textura
A su juicio, las "biomoléculas" del aceite aportan valores sensoriales y textura que hacen que el alimento enriquecido sea más agradable al consumidor y, al tiempo, más saludable.
Según los responsables de Cooking LAB, la industria alimentaria está muy interesada en contar con nuevas soluciones tecnológicas que mejoren la conservación alimentaria y el perfil nutricional de los alimentos desde una perspectiva saludable y de Dieta Mediterránea.
Su trabajo, han remarcado, contribuye a que las compañías se adelanten a futuras normas, mejoren el perfil nutricional de los productos, diseñen y desarrollen una estrategia de márketing en torno a la salud, utilicen principios de la Responsabilidad Social Corporativa como argumento de venta y "colonicen" nuevos nichos de mercado.
Desde el Parque Científico Tecnológico Geolit (Mengíbar, Jaén), estos investigadores extraen subproductos "interesantes", como los componentes fenólicos, "que individualmente tienen una responsabilidad" y un papel, "lo que prefiero dejar en la intriga para que el próximo año podamos contar con un nuevo caso de éxito".
Pueden estar en el mercado a finales del próximo año
Entre las empresas con las que colaboran, figuran compañías oleícolas como Jaencoop y Olivar de Segura y firmas cárnicas y agroalimentarias.
También han colaborado en proyectos agronómicos y de otro tipo de ámbito internacionales -con Holanda, Portugal o Marruecos, por ejemplo- y, en algún caso, sobre temas relacionado con la adaptación del cultivo del olivo a otros territorios.
Las empresas con las que colaboran son las propietarias últimas de los resultados o patentes, según Aguilera, que augura que a finales de 2015 podrían llegar al mercado algunas novedades.