La Federación Avícola Catalana (FAC), como representante del sector avícola en Cataluña que agrupa más de 350 productores de huevos y carne de ave, señala el Brexit y la adaptación a los nuevos hábitos de consumo como los principales retos que tendrá que afrontar el sector durante este año.

La evolución de precios durante el 2018 fue irregular para los dos subsectores que representa la entidad. En lo que respecta a los huevos, durante el 2018 se estabilizaron, después del fuerte incremento experimentado durante la segunda mitad del 2017, debido a la reducción de la oferta en la UE motivada por la ‘crisis del fipronil’. En cuanto a la carne de ave, los precios se han situado por debajo de los del 2017, debido a una producción insuficientemente ajustada a la demanda.

El consumo de carne, en general, también ha disminuido a los hogares debido a los nuevos hábitos de los consumidores, a pesar de que el pollo no ha sufrido tanto esta caída como otros tipos de carne porque es muy valorada por los consumidores, considerada una carne magra, con poca grasa y cardiosaludable, y también compensada por el aumento en la restauración.

El sector avícola catalán encara el 2019 con buenas perspectivas a pesar de que tendrá que hacer frente a algunos retos

Con estos precios a la baja, las integradoras de mayor dimensión han sufrido menos que las de menor tamaño debido a que la mayor parte del pollo producido se vende a precio fijo y tienen una estructura de costes más ajustada por efecto de la economía de escala. Resulta difícil prever la evolución de los precios para este año, puesto que está íntimamente ligada a las producciones que se hagan y, a pesar de que el pollo es un producto de ciclo muy corto, están condicionadas por una cadena productiva que empieza a generarse un año antes de su nacimiento. En Cataluña el grado de integración en la carne de ave es muy elevado (prácticamente la totalidad del pollo estándar). Según el presidente de la FAC, Joan Anton Rafecas: “Se trata de un sector muy maduro y estructurado que puede adaptarse a situaciones coyunturales mediante soluciones también puntuales sin necesidad de grandes cambios estructurales”.

El sector avícola catalán encara el 2019 con buenas perspectivas a pesar de que tendrá que hacer frente a algunos retos como la incógnita que representa el ‘Brexit’: “En un mercado global, donde el Reino Unido es un gran productor y consumidor, tanto de huevos como de carne de ave, además de un gran proveedor de genética en avicultura de carne, habrá que estar expectantes a sus consecuencias comerciales, imposibles de prever todavía, puesto que no sabemos en qué condiciones se llevará a cabo”, afirma el presidente de la FAC.

Para la FAC, el otro gran reto que tendrá que hacer frente el sector es la adaptación progresiva al cambio de hábitos de los consumidores. Las empresas siguen trabajando para adaptarse a las demandas comerciales que reclaman el modelo de cría de gallinas ponedoras sin jaula, cuando la mayoría todavía hoy están amortizando las inversiones que realizaron hace poco más de 6 años. En el ámbito de la carne, el consumidor también demanda cada vez más un producto diferenciado como el pollo de crecimiento lento o el criado al aire libre. “Estamos convencidos que los productores darán respuesta a estos requisitos, como lo han hecho siempre, pero desde la FAC apostamos por una adaptación progresiva y flexible, que garantice una convivencia entre todos los sistemas de producción actuales, para lo cual deben tenerse en cuenta aspectos primordiales como los requerimientos de espacio y materias primas, el aumento de costes que repercutirán en el precio final y la garantía de disponibilidad para satisfacer la demanda nutricional de la población actual y futura”, afirma Rafecas.

Por ello, concluye: “Continuaremos trabajando para poner en valor el trabajo de todo un conjunto de profesionales que desde diferentes ámbitos de especialización hacen posible obtener unos productos de alta calidad mediante procesos sostenibles y respetuosos con la sanidad y el bienestar animal; divulgando entre los consumidores los valores nutricionales de nuestros productos y su papel primordial en el conjunto de una dieta equilibrada; y defendiendo la tradición culinaria ligada a unos productos que forman parte del corpus gastronómico catalán”.

×