EFE.- En su Informe Anual, la entidad indica que durante el pasado año los precios antes de impuestos de los carburantes y otros combustibles no sólo reflejaron con rapidez -como es habitual, matiza- la subida del coste del petróleo, sino que los aumentos fueron mayores que en el conjunto de la zona euro.

Una evolución que el Banco de España sostiene que puede ser consecuencia de un grado de competencia "insuficiente" en el sector, así como de la rigidez de la demanda energética en España.

El pasado año, recuerda, los precios de las materias primas experimentaron un fuerte aumento desde mediados de año, lo que plantea importantes desafíos en las economías desarrolladas, tanto por los posibles efectos sobre la inflación como por los riesgos que supone para la recuperación económica.

Un alza que se debe fundamentalmente al aumento de la demanda mundial principalmente de los países emergentes y, en menor medida, a la recuperación de las economías desarrolladas, así como a las tensiones registradas en algunos de los países productores de crudo en Oriente Medio y en el Norte de África.

Este encarecimiento de los precios de los bienes energéticos explica, indica la entidad, 0,7 puntos del aumento de la inflación en 2010, indica la entidad.

El Banco de España considera además que debe existir una mayor adecuación entre los precios finales de la energía y los costes con el fin de lograr por la vía de los incentivos una reducción de la dependencia energética de España.

Asimismo, el organismo supervisor recuerda que en 2010 se produjeron incrementos de los precios regulados del gas natural y butano y de la electricidad con el fin de adaptarlos a los costes, al tiempo que se adoptaron medidas para contener la creación de futuros déficit tarifarios en el sector eléctrico.

Para ello, durante el pasado año se constituyó el Fondo de Amortizaciín de la Deuda Eléctrica (FADE), con el objetivo de proporcionar liquidez a las empresas eléctricas a través de la titulización de la deuda eléctrica, que a finales de 2010 superaba los 20.000 millones de euros.

El Tesoro Español, a través del Fondo de Amortización del Déficit Eléctrico (FADE), ha colocado ya 7.000 millones de euros en tres emisiones de 2.000 euros cada una a las que se sumó una cuarta de 1.000 millones la semana pasada, dentro de un programa en el que se pueden emitir títulos hasta 22.000 millones.

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