Del balance en las principales zonas productoras se derivan los siguientes datos: En la Comunitat Valenciana las cotizaciones en campo rondan los 7 -11 cts/kg para aquellas variedades de naranja para las que hay operaciones, mientras que las clementinas se han situado durante la práctica totalidad de la campaña entre los 13 y los 19 cts/kg. Se mantiene la esperanza que las variedades que comienzan ahora la recolección mejoren los precios obtenidos.

   En la Región de Murcia, según los últimos datos oficiales, la naranja cotiza entre los 11 y los 16 cts/kg, mientras que la mandarina se sitúa ente los 18 y los 23. El limón por su parte presenta una media de valores en origen cercana los 23 cts/kg.

   Según las cifras del Observatorio de Precios y Mercados de la Junta de Andalucía, el valor máximo de cotización de las naranjas durante esta campaña ha ascendido a los 17 cts/kg (semanas 42 a 44 de 2012), mientras que en la actualidad apenas se encuentran en torno a los 10 cts/kg. En mandarina comenzaron en valores razonables pero pronto cayeron hasta los 20 cts/kg en la semana 49, sin perspectivas de recuperación.

    Según datos del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, en la campaña 2009-10 (última con cifras oficiales disponibles) el coste total del cultivo en árbol se situaba en valores medios de 17,5 cts/kg para la naranja, 21,3 cts/kg para la clementina y 17,7 cts/kg para el limón. Considerando la subida de los costes de producción de las últimas campañas, "los precios obtenidos por los agricultores no son suficientes para mantener la rentabilidad de sus explotaciones", señala la nota de Coag.

    Que recalca que a pesar de este descenso de precios en origen, los consumidores pagan la naranja y la mandarina entre ocho y once veces más caros, según los datos del Índice de Precios en Origen y Destino (IPOD) del mes de diciembre http://www.coag.org/rep_ficheros_web/a46378b6fbefb1c71244338cd5422482.pdf 

   Según la organización agraria, la enorme presión de la distribución comercial sobre un sector altamente desorganizado está provocando, una vez más, que la rentabilidad de las explotaciones de cítricos quede en entredicho esta campaña. Los citricultores no disponen de herramientas eficaces para hacer frente a estas situaciones, como podrían ser medidas que se dirijan a reequilibrar la cadena alimentaria, a regular las relaciones comerciales en la misma y profundizar en la racionalización de las reglas de competencia para el sector agrario. Sin embargo, el sector no utiliza suficientemente aquellos instrumentos de los que dispone: contratos tipo homologados y líneas para la agrupación de la oferta de la OCM de frutas y hortalizas.

    Por todos estos motivos, se cree que “ha llegado el momento de darle la vuelta a la situación. El sector citrícola lleva varias campañas padeciendo la presión constante de la distribución sobre su rentabilidad”, ha apuntado Francisco Gil, Responsable Estatal de cítricos de Coag, a lo que ha añadido que “somos líderes mundiales en producción y en calidad, pero eso no se reconoce y debemos dar un paso más para que esa situación de liderazgo se convierta en beneficiosa para todos los eslabones de la cadena y no sólo para unos pocos, que no son precisamente los citricultores”.

    Coag considera que se han de introducir mecanismos eficaces de regulación de mercados en la legislación comunitaria, por ejemplo, un sistema de crisis grave que permita evitar situaciones recurrentes de precios bajos en origen. También, entre otras cuestiones, se han de evitar concesiones comerciales a países terceros que vulneran la preferencia comunitaria, potenciar el uso de los contratos tipo homologados y promocionar el consumo.

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