La presidenta de Fextur ha dicho que hace cinco años, a falta de 15 días para la Semana Santa, "ya había listas de espera en los establecimientos de turismo rural extremeños", pues esta festividad "es quizá la más importante del año para el sector".

    Además, los perfiles de las reservas también han cambiado: hace pocos años, se alquilaban 4 o 5 días seguidos, ahora son raros los casos que superen los 2 días; y el gasto más allá del alojamiento también se reduce.

    Ante estas perspectivas, los empresarios se han visto obligados a incrementar sus ofertas, "ganchos" para atraer al público a través de promociones de mercadotecnia, con bajadas de precios u ofertas -como 3 días al precio de 2 o la inclusión del desayuno-.

    Bazaga ha dicho que es "fácil" que los establecimientos de la ciudad de Cáceres, el Valle del Jerte y La Vera se llenen, pero los demás "deben hacer pequeños guiños de bajadas de precios u ofertas para animar al turismo".

    Los empresarios se ven "obligados" a estas acciones ante la bajada del turismo nacional -el principal cliente de la Semana Santa extremeña, pues el internacional no llega hasta verano- y al hecho de que los visitantes "rastreen" al máximo hasta decantarse por un establecimiento.

    En cuanto a las condiciones climatológicas, Bazaga ha comentado que si hace frío en Semana Santa podrían venir más ciudadanos de otras comunidades -al no poder ir a la playa- aunque "también irán más personas a zonas de nieve".

    A nivel nacional, la mayoría del sector ha apostado por las ofertas o por congelar los precios para intentar aprovechar el tirón de una festividad de Semana Santa que este año se encuentra a medio camino entre Navidad y las vacaciones veraniegas.

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